La asociación pública privada integrada por el Conicet, la Universidad del Litoral y la empresa Bioceres patentaron en el país su desarrollo de «tolerancia a la sequía y salinidad» cuya aplicación permite incrementar hasta un 30% el rinde en los cultivos.
«Esta patente, que nos otorga la propiedad intelectual con derecho exclusivo, protege la utilización de una tecnología para la obtención de cultivos tolerantes a sequía y salinidad», explicó el gerente general de la empresa, Federico Trucco, en diálogo con Télam.
Además de la patente argentina, el desarrollo ya está registrado en EE.UU., India, Australia, México y China, por esta asociación pública privada.
Trucco apuntó que a través del Instituto de Agrobiotecnología Rosario (INDEAR), la compañía de investigación y desarrollo de Bioceres, realizan la evaluación en campo con «resultados avanzados en los tres cultivos a los que incorporamos esta solución; trigo, soja y maíz».
«En la última etapa de prueba de campo que abarca los tres últimos años en zonas con alta salinidad y en año de sequía, la aplicación de la nueva tecnología de tolerancia, registró un aumento en el rendimiento de los cultivos de entre 10 y 30 por ciento», precisó.
Ahora comenzaron a desarrollar esta solución para el cultivo de alfalfa, a través de su «participación en el Consorcio Asociativo Público-Privado para el desarrollo de forrajeras transgénicas, PasArg», agregó.
Para ese proyecto con la alfalfa el gobierno nacional destinó 10 millones de pesos a desembolsar en cuatro años.
«Una investigación de esta naturaleza, requiere para cada cultivo una inversión aproximada global de 20 millones de dólares que como en este caso es posible gracias al aporte de los empresarios asociados y al subsidio estatal», consideró.
En esa línea, Trucco resaltó el trabajo realizado por el equipo de científicos de la UNL y el CONICET que conduce la investigadora, Raquel Chan, y opinó «que en definitiva se trata de convertir un bien en un producto de mayor valor agregado a bajo costo».
