El Banco Central difundió la última semana el informe Evolución en el Mercado Único y Libre de Cambios (Mulc) y Balance Cambiario para el IV Trimestre de 2011. Los datos de la autoridad monetaria registraron que la fuga de capitales fue de 21.504 millones de dólares en el año, casi 90 por ciento más que durante 2010 pero con una fuerte desaceleración en el último trimestre.
El frenazo a la fuga de divisas durante los dos últimos meses de 2011 ocurrió luego de que el gobierno activó una batería de medidas: restringió a fines de octubre la compra de dólares en los mercados minorista y mayorista, y desde noviembre aumentó la oferta con nuevas normas para las empresas mineras, petroleras y aseguradoras.
Precisamente, la Formación de Activos Externos del Sector Privado No Financiero (SPNF) –nombre técnico para la salida de capitales– cayó a 3.260 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2011, 61,4 por ciento por debajo del trimestre anterior.
Para Ramiro Castiñeira, economista en jefe de Econométrica, “las restricciones cambiarias tienen intrínseca la decisión de no financiar más la salida de capitales con recursos del Banco Central, que ponen en jaque a las reservas, y por tanto el único stock que hoy asegura el pago de la deuda externa”.
El costo de las restricciones fue el desdoblamiento en el tipo de cambio. “Uno para la cuenta corriente del balance de pagos, regulado por el Banco Central, y otro para la cuenta capital, donde el precio resulta de la interacción de oferta y demanda, actualmente en 4,76 pesos, 10 por ciento superior al oficial”, explicó Castiñeira. Y amplió que esto trajo apareado un menor riesgo de que las reservas internacionales en poder de la autoridad monetaria se vean afectadas por una corrida, lo que otorga certidumbre de pago de la deuda, y eliminó la situación de estrés del mercado de cambios.
Pero las medidas para tabicar la salida de capitales también tuvieron efectos sobre las reservas internacionales del Banco Central: quedaron en 46.376 millones de dólares en 2011, 11 por ciento menos que los 52.145 millones del cierre de 2010. Las medidas oficiales ayudaron a la autoridad monetaria a recomponer esos activos y desde diciembre ha comprado más de 4.300 millones de dólares en el Mulc. Esas compras, sin embargo, no se han reflejado del todo en el actual nivel de reservas internacionales. Al viernes 17 de febrero, las reservas sumaron 46.859 millones de dólares.
De cara a los compromisos de deuda que enfrentará en la segunda mitad de 2012 (en agosto el Boden 2012 y en diciembre el Cupón PBI), el gobierno no ha podido constituir el Fondo de Desendeudamiento por unos 5.670 millones de dólares aprobado en el presupuesto 2012.
La escasez de divisas no es un problema menor para la economía argentina en 2012, aunque la deuda pública del país con privados y organismos internacionales asciende a sólo 18 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). La contracción del comercio internacional por la crisis de los países centrales derivaría aquí en un menor superávit comercial, una situación que se suma a la falta de acceso de la Argentina a los mercados de capitales voluntarios.