Al menos 12 personas murieron ayer en Afganistán cuando cientos de personas trataron de irrumpir en un consulado de Estados Unidos y marcharon frente al cuartel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) en Kabul, en la jornada más violenta de las protestas por la quema de ejemplares del Corán en una base norteamericana, el lunes pasado. El saldo hasta ayer era de más de 30 muertos desde que se iniciaron los desmanes.
Pese a un pedido de disculpas del presidente estadounidense, Barack Hussein Obama, el incidente de los coranes reavivó la ira popular por otros abusos previos cometidos por las tropas extranjeras, como una profanación de cadáveres de afganos por parte de marines estadounidenses conocida el mes pasado. El presidente afgano, Hamid Karzai, y la misión de la Otán en Afganistán (Isaf) llamaron a la calma y la moderación, temerosos de que el episodio sea aprovechado por el insurgente movimiento integrista talibán, que llamó a vengar la quema del libro sagrado islámico.
Las protestas ingresaron en su cuarto y más violento día desde que empleados de limpieza descubrieran ejemplares del Corán quemados dentro de tachos de basura en el interior de la base de Bagram, la mayor instalación estadounidense en Afganistán, el lunes último.
En Kabul, la capital afgana, cientos de personas marcharon hacia el Palacio Presidencial, mientras que otros protestaron frente al cuartel general de la Otán y en otras partes de la ciudad, algunos de ellos con la bandera blanca de los talibanes, informó la cadena CNN.
Al menos dos personas murieron y otras tres resultaron heridas en las protestas, dijeron fuentes policiales. Una de las víctimas fue asesinada por manifestantes armados que se atrincheraron en comercios del este de la ciudad y abrieron fuego desde allí, mientras que el segundo fallecido recibió un tiro de origen desconocido, agregaron las fuentes.
Otros siete afganos murieron durante una protesta en la oriental provincia de Herat, entre ellos tres fallecidos cuando una turba de 500 personas intentó irrumpir en el consulado estadounidense en la capital provincial, informaron funcionarios locales.
Dos personas más murieron en la provincia de Khost, también en el este, y otro manifestante en la de Baghlan, dijeron autoridades afganas.
Unas 30 personas, según distintas fuentes, murieron desde que comenzaron las manifestaciones, entre ellas dos soldados estadounidenses atacados anteayer a tiros por un colega afgano que se sumó a una protesta por la quema del Corán y volvió sus armas contra ellos.
Bases militares de Estados Unidos, Francia, Noruega y Hungría fueron blanco de protestas desde que comenzó la crisis. La embajada estadounidense en Kabul está cerrada desde hace varios días, y el gobierno afgano reforzó la seguridad de otros sitios diplomáticos y lugares sensibles.
La Isaf, liderada por Estados Unidos, cuenta con 130.000 soldados en el país asiático, donde combaten a insurgentes del movimiento integrista talibán derrocado en 2001 por las fuerzas extranjeras por dar refugio en el país al ex líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tras los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York.
La misión de la Otán planea retirar a todas las tropas de combate para 2014, aunque muchos países están bajo intensa presión doméstica para poner fin a la impopular campaña antes de ese plazo.
