Familiares y vecinos de Juan Marcelo Miguel, el joven gitano de 24 años asesinado el martes pasado a la noche de un disparo en el pecho tras ser asaltado por dos motociclistas en la esquina de República Árabe Unida y Martinoli, renovaron mediante un escrito presentado en el Juzgado de Instrucción 5ª su pedido por mayor presencia policial en el barrio. Estas personas aseguraron que los allegados al imputado de ser el autor material del crimen, quien se entregó al día siguiente del homicidio, los amenazan y que continúan los robos en la zona. Como respuesta al reclamo por más seguridad realizado el día después del crimen, las autoridades de la Unidad Regional II dispusieron que personal policial patrulle el barrio. Sin embargo, los habitantes de bulevar Oroño al 4200 remarcaron ayer en Tribunales, pese a las rondas de custodia, los familiares del detenido amenazan a los testigos y a los parientes del fallecido.
“El que mató a mi hijo tiene un patrullero en la puerta de la casa. Nosotros tenemos a todos los chicos adentro porque pasan a cada rato, en auto o en moto, y nos amenazan de muerte. Pusieron un patrullero y se estacionó por bulevar Oroño al 4200; es lo mismo que nada. Mi familia vive a mitad de cuadra, en República Árabe Unida al 2200”, reprochó la madre del muchacho asesinado la noche del martes pasado.
“Tenemos miedo porque hay muchos nenes. Ellos (por los pequeños) siempre jugaban en la placita frente a mi casa pero ahora están adentro porque los parientes del que mató a mi cuñado pasan en auto, nos apuntan o nos dicen directamente que nos van a matar”, agregó la joven, quien subrayó que los vecinos del barrio hicieron el reclamo en Tribunales porque los robos y arrebatos son constantes en la zona y también para que se esclarezca el crimen del Bola –como lo conocían a Miguel en el barrio– “quien era querido por todos”.
En ese sentido, fuentes tribunalicias confirmaron en diálogo con El Ciudadano que ayer por la mañana la jueza de Instrucción 5ª, María Luisa Pérez Vara, a cargo de la investigación por el crimen del joven, recibió nuevamente –la primera de las reuniones fue el miércoles– a habitantes del barrio, de quienes escuchó sus reclamos por más seguridad. Al cabo del encuentro, la magistrada ordenó a las autoridades de la Unidad Regional II que presenten un informe sobre la situación del barrio y disponga más patrullajes para proteger a estas personas. “Los vecinos aseguraron que el barrio es asolado por una banda que está relacionada al tráfico de estupefacientes y presentaron una nota porque se sientes inseguros”, indicaron las fuentes allegadas a la investigación.
A su vez, otra preocupación que comunicaron quienes viven en República Árabe Unida al 2200 a la jueza fue que luego del crimen familiares, allegados y los integrantes de la barrita que, según sostuvieron los vecinos, lidera el apresado por el hecho (vive a pocas cuadras) comenzaron a amenazar de muerte a todos los habitantes del barrio y describieron que esta gente aprovecha la ausencia que se provoca en la ronda de la patrulla policial por el barrio para continuar con las advertencias y los arrebatos. “El móvil pasa a cada hora, en los intervalos aparecen en moto o en auto y te amenazan”, repitieron integrantes de la familia Miguel.
Con respecto a la investigación, los pesquisas indicaron que la hipótesis que cobró mayor fuerza en las últimas horas fue que el homicidio fue en ocasión de robo o criminis causa –es decir que la muerte se produjo para encubrir el primer delito– y dejó de lado la versión que relacionaba a víctima y presunto victimario con viejos problemas por una transacción comercial.
En tanto, el acusado de ser el autor del disparo, identificado como Brian C., de 19 años, quien se presentó el miércoles, se abstuvo de declarar en sede judicial y fue derivado a la Alcaidía de Jefatura.