El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011), que realiza tratamiento contra un cáncer de laringe, fue internado en San Pablo al presentar fiebre ocasionada por una leve «infección pulmonar», informó en una nota el Hospital Sirio Libanés.
Lula, de 66 años, fue internado «en función de haber presentado fiebre baja», señala el breve comunicado del centro médico donde realiza su tratamiento contra un tumor en la laringe.
Los médicos que tratan al exmandatario constataron la presencia «de infección pulmonar de leve intensidad» e iniciaron la administración de antibióticos. El hospital precisó que Lula deberá permanecer internado durante los próximos días.
El 17 de febrero, Lula finalizó con las sesiones de quimioterapia y radioterapia, y en un mes debía someterse a nuevos análisis para verificar el progreso de los procedimientos contra el cáncer diagnosticado en octubre.
El popular ex mandatario fue entonces dado de alta para continuar con el proceso de recuperación en su casa, en Sao Bernardo do Campo, a 20 km de Sao Paulo, donde recibiría sesiones de fisioterapia y consultas con fonoaudiólogos.
A principios de febrero, el oncólogo Artur Katz, integrante del equipo médico de Lula, había informado a la prensa local que una tomografía mostró que el tumor en la laringe habría desaparecido.
«Desde el punto de vista tomográfico, no se ve más el tumor», afirmó Katz al diario Folha de Sao Paulo, al destacar que el diagnóstico de cura completa sólo puede ser confirmado con una endoscopía. Lula ya había sido internado por fatiga y pérdida de apetito, consecuencias del tratamiento.
El viernes, Lula recibió la visita de la presidenta Dilma Rousseff, su delfina política, según informó el Instituto Cidadanía, fundado por el ex presidente, que divulgó una fotografía juntos.
Una de las últimas apariciones del veterano político fue en un video divulgado el 18 de febrero por su instituto, en el que agradeció a la escuela de samba Gavioes da Fiel el homenaje que le dedicarían en el carnaval de San Pablo. Lula estaba invitado a participar del desfile, pero por recomendación médica no se presentó. El expresidente dejó el gobierno con una popularidad récord de 80%.