En esta cuestión se deben tratar varios aspectos importantes con respecto a la explotación minera. Los grandes proyectos mineros requieren de inversiones del orden de los mil millones de dólares y, si bien se podrían reunir en la Argentina capitales de este orden, no hay empresas que estén dispuestas a asumir una inversión de fuerte riesgo. Cada proyecto lleva más de diez años de trabajo silencioso y gastos de más de 100 millones de dólares. Sólo una parte mínima del esfuerzo se concreta y muchos estudios se pierden. Por otra parte, estos proyectos son rentables únicamente a gran escala, según se explica claramente en la Revista La Universidad de San Juan.
La explotación minera sanjuanina es una importante abastecedora de materia prima para todas las industrias. Sería imposible importar todos estos minerales y debería haber una mayor independencia en cuanto a insumos básicos y a la exportación de productos con valor agregado.
Famatina es por el momento un proyecto; no está en producción. Previo a su aprobación la empresa debe presentar un informe de impacto ambiental que es revisado por una comisión de especialistas, quienes se toman varios meses y piden correcciones y ampliaciones. Una vez aprobado se puede iniciar el proyecto cumpliendo la ley de impacto ambiental minero que es muy estricta respecto a una posible contaminación, con controles gubernamentales.
Debe estar también el plan de remediación al final de la explotación y los planes de contingencias para posibles accidentes. Minera Alumbrera tiene varias denuncias de contaminaciones pero sin estudios que las sustenten. Todos los trabajos que he visto demuestran que no hay contaminación de cursos de agua o de suelos. Los derrames productos de roturas de cañería han sido remediados por la empresa”.
El tratamiento con cianuro se hace estrictamente en circuito cerrado. El mineral triturado tamaño ripio (en pilas) o molido fino (en agitadores) se pone en contacto con agua que tiene 300 gramos de cianuro por metro cúbico. Luego de un tiempo el oro y la plata se disuelven y luego se separa la solución rica (que tiene los metales disueltos) del sólido estéril. El sólido se lava repetidamente hasta que quede libre de cianuro. Si queda algún contenido residual, el cianuro se destruye con cloro (lavandina). La solución rica se envía al circuito de precipitación del oro y de la plata y luego se retorna al circuito el solvente.
El único líquido que se desecha es el que acompaña al mineral estéril como humedad y que previos controles debe estar libre de cianuro, el que se eliminó en el circuito de lavado y de destrucción si fuera necesario. Bajo ningún concepto se almacena estéril con cianuro o se vierte en el suelo, lecho de agua, dique de colas, etc.
De todas formas, es bueno aclarar que si bien es un tóxico peligroso el cianuro se destruye fácilmente por acidez del medio, por oxidación, por la radiación ultravioleta, etc. De modo que si hubiera un derrame por accidente no queda contaminación a largo plazo. A lo sumo, podría durar horas o días.
El consumo del agua y su incidencia en la agricultura o el consumo humano –las empresas mayormente extraen el agua de perforaciones– también deben estar en el informe de impacto ambiental y es revisado y aprobado. En caso contrario el proyecto no se autoriza.
Los proyectos son beneficiosos sobre todo cuando hay una política provincial que los acompañe.