Search

Las adicciones y el estrés, durante la adolescencia

Alejandra Pacchioni dio detalles del estudio, dirigido a los más jóvenes, sobre “Efectos a largo plazo del estrés social sobre la vulnerabilidad al efecto de las drogas: bases neurobiológicas y posibles tratamientos”.

Una situación de estrés vivida en la adolescencia puede aumentar las posibilidades que tiene un individuo a ser adicto a alguna droga de abuso. Esta es la idea que atraviesa el estudio “Efectos a largo plazo del estrés social en la adolescencia sobre la vulnerabilidad al efecto de las drogas: bases neurobiológicas y posibles tratamientos” que la doctora Alejandra María Pacchioni, investigadora adjunta del Conicet, desarrolla dentro del Laboratorio de Toxicología Experimental de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario.

Adictos y drogas de abuso

Para introducirnos un poco en la temática de investigación, Pacchioni destacó que “adicto es alguien que pasa la mayor parte de su tiempo consumiendo, o recuperándose de los efectos de haber consumido, o pensando en cómo conseguir la droga”. “Consume, a pesar de cualquiera de los aspectos negativos que le puedan haber sucedido por esto, ya sea haber perdido a su familia, sus amigos, su trabajo. Además es aquella persona que perdió el control completamente sobre el consumo de la droga, y reincide continuamente”, explicó la doctora.

Dentro de las drogas de abuso se encuentran las legales como el alcohol y el tabaco y las ilegales, como la cocaína, las anfetaminas, por ejemplo el éxtasis, mdma y la heroína. Pachioni señaló que dentro de las legales también se pueden mencionar la morfina (que es un medicamento del cual también se suele abusar), la codeína y las benzodiacepinas, como por ejemplo el Rivotril y el Valium.

La profesional explicó que el proceso que culmina con la adicción tiene varias etapas que empieza con un consumo social, es decir, cuando la persona prueba la droga generalmente en compañía. Sigue a esto una etapa en la que el individuo decide cuándo consumir y cuándo no, y posteriormente se llega a una fase en la cual ya no puede elegir, es decir, el individuo pierde la capacidad de control sobre la droga. En ese momento se considera que la persona está envuelta en una adicción, explicó la doctora.

A nivel cerebral, la cocaína, que es la droga de abuso estudiada por Pacchioni, posee un mecanismo básico relacionado con la liberación o aumento del nivel de dopamina –un neurotrasmisor– en el estriado ventral, que es un lugar en el cerebro en donde se controlan las emociones y las sensaciones de placer. “La repetición de este aumento de dopamina genera modificaciones en las vías y neuronas que están conectadas con esa área, y de esa manera se abre un flujo de información entre áreas que no es normal, porque no es fisiológico el aumento exacerbado de dopamina que producen las drogas. Por su parte, ante esta sobre-estimulación, el organismo responde tratando de compensarla, por ejemplo si la droga produce excitación, el organismo genera mecanismos opuestos para atenuar dicha excitación”, destacó Pacchioni.

Síndrome de abstinencia

El organismo, al recibir en repetidas oportunidades cocaína, ya posee los mecanismos para defenderse que ha generado para compensar los efectos de sobre-estimulación de la droga. Cuando la persona deja de consumir, en el cuerpo aún permanecen todos esos cambios expresados, y allí aparecen sentimientos de angustia, depresión, lo que se denomina “síndrome de abstinencia”. “El organismo está respondiendo, tiene todo un sistema activado para compensar los efectos de la droga y la droga no está”, manifestó Pacchioni.

A lo mencionado, la investigadora agregó: “Al mismo tiempo, el organismo acrecienta gradualmente la tolerancia a las drogas porque ha estado trabajando para equiparar los efectos de las mismas, entonces se termina consumiendo cada vez en mayor cantidad para intentar alcanzar el efecto primario conseguido”.

Papel del estrés y posibles tratamientos

Para explorar la influencia que el estrés vivido en la adolescencia tiene en el posterior encuentro con las drogas, la doctora Pacchioni trabaja con ratas de experimentación, y reproduce lo que en el adolescente humano sería un “estrés social”, causado por el aislamiento. Hasta el momento, se comprobó que los animales estresados son más sensibles, aumentan su preferencia por la cocaína y reinciden con menores cantidades de la droga, mientras que en las mismas condiciones los no estresados no responden a la misma.

Con su investigación, la doctora Alejandra Pacchioni intenta proponer un tratamiento a partir de la detección de alguna vía cerebral que esté modificada a causa del consumo de cocaína que pueda ser revertida, es decir, que con la ayuda de algún medicamento se produzca un cambio a nivel cerebral, y que tenga su correlato a nivel de la conducta, para impedir que la persona ante una nueva situación de exposición a la droga, reincida.

Otra mirada del tema que le interesa indagar a Pachioni es de qué manera la exposición a un ambiente enriquecido –en el caso de los animales se reproduciría con juguetes– puede reducir los efectos del estrés. “La estimulación y la oferta de otras cosas, haría que el cerebro funcione de otra forma, se reconecte de otra manera, y se podrían revertir los efectos de la situación traumática. La hipótesis es que el animal que fue sometido al estrés y luego colocado en un ambiente enriquecido tendría que responder a la droga de la misma manera que el animal que no fue previamente estresado, o al menos presentar un nivel intermedio de respuesta”, agregó.

“No sólo el potencial adictivo que posee una droga es lo que hace que la persona se convierta en adicta, sino también el ambiente en el que se mueve, las posibilidades de vida que tenga, la educación, las experiencias vividas, todos estos factores tienen importancia y pueden incidir en el encuentro con las drogas. Lo positivo es que son cuestiones que pueden llegar a controlarse y evitarse. Hay que tener en cuenta lo que la persona vivió, lo que sufrió, y cómo llegó a esa adicción. Creo que en este punto la información y el conocimiento son las herramientas más importantes para que la gente sepa que la adicción es una enfermedad que se puede evitar”, concluyó Pacchioni.

Fuente: Conicet Rosario

Bonus New Member
linitoto
dongjitu
slot depo 10k
slot depo 10k
mahjong
slot gacor gampang menang
bonus new member
slot bet 100
slot server thailand
slot depo 5k
slot777
toto togel
10