Por primera vez en 40 años, el flujo de indocumentados mexicanos que regresan desde Estados Unidos a su país es mayor que el de quienes lo abandonan, según datos presentados por Jeffrey Passel, demógrafo en jefe del Centro Pew, en el encuentro “Las Nuevas Tendencias de los Flujos Migratorios”, organizado por tres universidades mexicanas. Según el informe, muchos fueron deportados, otros volvieron porque no encontraron empleo y una cantidad importante decidió escapar del clima antiinmigrante que existe en varias regiones de Estados Unidos.
Las mediciones del Pew Hispanic Center, una organización de investigación independiente apoyada por The Pew Research Center de Washington D.C, revelan que desde hace cuatro años un millón de indocumentados mexicanos abandonaron Estados Unidos.
En 2007 los inmigrantes sin documentos eran 7 millones, mientras que en 2011 la cantidad se redujo a seis millones.
En tanto, según la institución, en 2010 menos de 100 mil mexicanos cruzaron ilegalmente la frontera o violaron las condiciones de su visa para establecerse en EE.UU.
Según Passel aunque el número de indocumentados “es todavía muy grande”, lo cierto es que en los últimos años el fenómeno migratorio a Estados Unidos se ha estancado. De hecho, dijo, el flujo migratorio mexicano está “en reversa”, un período de transición que apenas empieza a estudiarse.
Detrás de esta nueva realidad hay varios factores, explicó por su lado René Zenteno, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef).
“Las condiciones económicas y sociales, de presión política en Estados Unidos son tan fuertes que el incentivo para regresar es alto”, dijo el especialista a la agencia británica de noticias BBC.
“Las familias ven que, sin lograr las oportunidades que esperaban, sin que salga una reforma migratoria, más el temor de separarse de los hijos, lo mejor es regresar a México”, evaluó.
Algunas de las posibles causas
En 2001 el sector de la construcción estadounidense, que emplea a millones de mexicanos, tuvo serios problemas económicos.
Luego ocurrió la recesión financiera de 2008, que afectó sobre todo a los empleadores de indocumentados. Y en seguida las legislaturas de varios estados aprobaron severas leyes antiinmigrantes. El resultado fue un menor incentivo para quedarse.
Otro factor es una ligera mejoría en la situación económica de México, que permitió a muchos encontrar en su país el empleo que necesitaban, según estudios de investigadores como Jorge Durand, de la Universidad de Guadalajara.
Los datos del Pew revelan que el número de aprehensiones de indocumentados por las autoridades estadounidenses están relacionadas con el cambio del flujo migratorio.
Es decir, en los últimos años llegaron menos personas sin documentos a Estados Unidos, y en ese ritmo bajaron las detenciones.
“No sabemos realmente qué puede ser, si la economía o el aumento de la vigilancia”, dijo Passel. “Mi sospecha es que son ambas razones”.