La jueza de la Corte Suprema de Justicia, Carmen Argibay consideró hoy que la sociedad «no está preparada culturalmente» para un gobierno parlamentario y se mostró en contra de una eventual reforma constitucional que permita más reelecciones.
«Como sociedad no estamos preparados ni culturalmente desarrollados para un gobierno parlamentario», señaló Argibay, en coincidencia con lo expresado por el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
En declaraciones radiales, Argibay afirmó que «los estados que tienen gobierno parlamentario lo tienen hace mucho tiempo, cientos de años en algunos casos, de manera que tienen otro tipo de formación y hay cosas que no les resultan extrañas».
«A nosotros si hay cosas que nos resultan extrañas. No es fácil cambiar un sistema que ha venido subsistiendo y esta culturalmente aceptado en una sociedad, por un sistema ajeno», evaluó la ministra del máximo tribunal.
Para Argibay, «esta cuestión del cambio de sistema de gobierno no puede funcionar en este momento», dado que «tendría que haber toda una preparación y una educación previa y consultas para ver si la gente sabe cómo funciona».
Luego de que algunos sectores del oficialismo deslizaran la posibilidad de una reforma constitucional para permitir una nueva reelección de la presidenta Cristina Kirchner, la jueza se mostró dijo no estar de acuerdo porque, según estimó, «los recambios son necesarios».
«Todos tenemos que tener nuestros límites, porque además en todos los cargos hay un desgaste», consideró Argibay, al tiempo que sostuvo que «los límites de tiempo actuales están bien puestos».
En esta línea, también cuestionó que el cargo de los jueces sea vitalicio y señaló que los magistrados debería someterse a una «revalidación» porque «la Constitución dice que los jueces están hasta los 75 años y después deben revalidar».
«Creo que yo a los 75 años ya no voy a estar en condiciones de seguir en el cargo, me canso mucho», agregó la ministra de la Corte.
Por otra parte, Argibay se refirió al accidente ferroviario de Once y sostuvo que «son tragedias que no debieran ocurrir» porque «casi todas estas tragedias son evitables», aunque agregó: «No sé quién es el responsable, eso se verá en el expediente».
No obstante, destacó que «fue bastante impresionante ver como han cambiado algunas de las instituciones que intervienen en estos casos, como Defensa civil, la morgue, el SAME, han cambiado luego de un trabajo de cuatro años».
«Lo que falta acá es atención hacia la gente que viaja. Muchas veces los muchachos jóvenes van colgados de las puertas de los trenes. Eso es porque no hay suficientes vagones o trenes, no hay suficiente atención a la gente. Son personas personas, pero se los trata peor que a ganado», opinó.