El acusado por la muerte del profesor de historia Nelson Rosso, crimen ocurrido durante la madrugada del 18 de abril de 2009 en una casa de la localidad de Oliveros, declaró en la primera audiencia del juicio oral que se sigue en su contra por el delito de homicidio calificado. Alejandro Scalcione, subcomisario y consultor social, entre otros títulos que detalló en la audiencia, en su descargo habló de una relación amorosa que mantuvo con la víctima. Dijo que el día del crimen encontró a su pareja junto a otro hombre y admitió el homicidio cuando el fiscal le pregunto. La víctima falleció luego de recibir dos disparos de un arma calibre 9 milímetros –en la nuca y en el pecho– mientras se encontraba recostado en su cama. En los alegatos de apertura, tanto la fiscalía como la querella coincidieron en encuadrar el hecho en un homicidio calificado por la alevosía y repararon en el estado de indefensión del hombre ya que, según afirmaron Rosso se encontraba durmiendo al momento del crimen en tanto, la defensa del acusado fijó su estrategia sobre la comprobación de un estado de emoción violenta. Durante la tarde declararon varios testigos, todos ellos policías que participaron del procedimiento posterior al homicidio y luego el magistrado Ismael Manfrín a cargo del tribunal unipersonal que preside el juicio dispuso un cuarto intermedio hasta la mañana de hoy cuando se reanudará la audiencia.
El detenido llegó escoltado por un único policía que le quitó las esposas y se sentó entre sus defensores. El juez dio inicio a la audiencia y comenzaron los alegatos de apertura. En primer lugar habló el fiscal de la causa Aníbal Vescovo y luego la querella a cargo de Raúl Superti y Ricardo Giusepponi. Ambas partes coincidieron en su planteo al sostener que el día del crimen Scalcione entró a la vivienda de Rosso –durante la madrugada y con una llave que tenía en su poder– mientras la víctima dormía y le efectuó dos disparos con su arma reglamentaria 9 milímetros, los cuales impactaron en la nuca y pecho de la víctima fatal. Tanto la querella como la fiscalía sostuvieron que el crimen se produjo con alevosía y afirmaron que el acusado obró sobre seguro para concretar el homicidio aprovechando el estado de indefensión de Rosso. Por lo que solicitaron se lo juzgue por homicidio calificado por alevosía agravado por el uso de arma de fuego.
A su turno la defensa del policía a cargo de Luis Tomasevich y Eduardo Campisciano, planteó su teoría del caso y sostuvo que demostrará que existió emoción violenta, describió a su cliente como una persona honesta, afable y de impecable trayectoria policial, y argumentó que los hechos no se produjeron como lo plantearon las otras partes,hizo referencia a las pruebas que avalarán su postura y sostuvó que algunos elementos probatorios se produjeron 12, 18 y hasta 32 meses después del hecho.
Testimonio del imputado
Durante su testimonio, Scalcione habló pausado y brindó detalles. El imputado sostuvo que conoció a la víctima un 12 de septiembre de 2008 durante un viaje en micro de Rosario a su domicilio en Puerto Gaboto. El hombre recordó que se sentaron juntos y charlaron durante el trayecto hasta que Rosso, siempre de acuerdo con el testimonio del acusado, lo invitó a ir a su casa donde mantuvieron una relación íntima. Así, el acusado reconstruyó el comienzo de su vínculo con Rosso y confesó que al momento de conocer al profesor de historia tenía una relación amorosa con otro hombre desde hacía quince años, la que finalizó para mudarse a Oliveros. El uniformado explicó también cómo la víctima le propuso poner un consultorio social en una de las habitaciones de su casa “para que pudiera trabajar y de paso usarlo de pantalla para los íntimos del dueño de casa”.
Respecto al vínculo que mantenía con Rosso acusado sostuvo que hasta principios de enero (de 2009) tuvieron una buena relación, que estaban muy enamorados aunque la primera discusión se generó cuando la víctima fatal le propuso una relación sexual de tres con una ex pareja. El hombre describió al fallecido como una persona celosa: “Me decía a quién tenía que atender y a quien no en Oliveros, me pedía que atendiera parejas, mujeres y adolescentes pero hombres no. “Fui accediendo, hubo referencias verbales que me causaron impacto me decía “yo soy la araña y vos la mosca”, describió el imputado, al tiempo que tildaba la relación de “tortuosa” debido a que a raíz de una casa que se había comprado con el apoyo de Rosso, estaba comprometido económicamente.
Scalcione aseguró que hizo un impasse en la pareja pero continuó con el consultorio en la casa de Rosso debido a los problemas económicos que lo aquejaban. El acusado refirió que el día anterior al crimen atendió a dos pacientes, luego viajó Rosario a tomar un servicio extraordinario de control de corredores de seguridad de taxis y cerca de las 2 de la mañana tomó el colectivo para retornar a su casa.
En el viaje se dio cuenta que se había olvidado una documentación en su consultorio y fue a buscarla. Llegó a la vivienda de su ex pareja, ingresó con el juego de llaves que tenía, buscó los documentos y fue hacia el dormitorio de Rosso para avisar que se iba. “En eso que salgo al pasillo, se asoma un hombre acomodándose la ropa, lo siguió Rosso y ahí comenzamos a discutir”, expresó. Scalcione contó que la víctima se fue a la habitación y se acostó, entonces el acusado se sentó en la cama. “Me dijo que no «me quería ver más, que me fuera de Oliveros, que se iba a encargar de destruirme y que cualquiera era mejor en la cama que yo». Ahí me tiró un manotazo. Me sentí transpirado, en una nube de pólvora y humo, es lo que pude registrar. Me quedé al lado de la cama transpirando, con mucho frío”, recordó el imputado sobre el día del homicidio para agregar que llamó a la policía y esperó en la puerta a los uniformados.
El fiscal le pidió que explicara porqué espero casi dos años para contar la presencia de otra persona en el dormitorio. Scalcione respondió que “detrás de esta persona había muchas del ámbito judicial, de la sociedad de Oliveros y que el hombre era una personalidad del lugar que proponía sexo en grupo, aunque luego sostuvo que actualmente está fallecida”.
Durante la tarde, la audiencia continuó con la presentación de la prueba ofrecida por la fiscalía como una junta médica psiquiátrica y una reconstrucción, a su vez se tomaron una serie de testimoniales de personal policial relacionadas al procedimiento posterior al crimen.