Un nuevo intento de reforma tributaria está por llegar a la Legislatura. Así lo ratificó ayer el diputado Raúl Lamberto (FP), quien espera que esta misma semana ingrese para su tratamiento en las comisiones respectivas de la Cámara alta, donde esta vez el oficialismo parece tener las negociaciones más avanzadas.
Claro que esta vez el gobierno pretende que el proyecto no vuelva a “quedar en un cajón”, como sucedió por dos veces durante la gestión de Hermes Binner, y para eso está tratando de tejer acuerdos con el justiciliasmo, pese a su gran fragmentación, tanto en Diputados como en el Senado.
En la Cámara alta, lejos de los tiempos donde el PJ se abroquelaba detrás de Juan Carlos Mercier, sólo aparece en principio la negativa del senador del departamento Castellanos, Alcides Calvo, quien sin embargo preside la clave Comisión de Presupuesto y Hacienda. El resto parece allanarse a la discusión del aumento del impuesto Inmobiliario y la eliminación exenciones en Ingresos Brutos. El histórico escollo para las sucesivas reformas enviadas por el gobierno de Hermes Binner parece haberse transformado en terreno más llano, pero las dificultades ahora surgen desde Diputados.
“Pidieron algunos días más para analizar el tema y hacer eventuales modificaciones”, dijo Lamberto a Radio 2, justificando la demora en el ingreso del proyecto a la Legislatura provincial, producido tras las declaraciones de los diferentes bloques del PJ en Diputados, donde el justicialismo tiene veintiocho legisladores sobre un total de cincuenta.
“Hemos tratado que haya diálogo con sectores del justicialismo y nos han pedido unos días más para hacer alguna eventual modificación. Queremos que esto tenga consenso para que pueda ser aprobado y no quede otra vez en un cajón”, dijo el diputado del PS.
En otro pasaje de su diálogo radial, el legislador del Frente Progresista reconoció que “hay distintas posiciones dentro del justicialismo”, pero se mostró esperanzado en el resultado final de las negociaciones, porque “también existe una comprensión de la realidad”.
El presidente del bloque del oficialismo advirtió sobre la necesidad de enfrentar “un proceso inflacionario que ha modificado los costos, los insumos y las políticas salariales”, y alertó que “cada vez hay mayor dependencia de los recursos federales”.
El gobierno prendió la alarma tras el déficit de 2011, que orilló los 1.500 millones de pesos, y pidió un esfuerzo a la oposición para tratar de recomponer las finanzas públicas con el aumento del impuesto Inmobiliario urbano y rural y la eliminación de exenciones. Desde el justicialismo le respondieron con posiciones a favor y en contra del proyecto y reclamos de austeridad.
En ese sentido, Lamberto criticó con dureza al sector de legisladores que se referencian en el ex gobernador Jorge Obeid: “Claramente se han manifestado opositores y todo lo que sea contrario al gobierno del Frente Progresista quieren empujarlo y eso están haciendo”.
Lamberto también se refirió a otro de los reclamos del PJ, que habla de “despilfarro” de los recursos públicos y cuestiona las designaciones de personal político y de planta durante las gestiones de Hermes Binner y Antonio Bonfatti: “El personal político o de gabinete es la cuarta parte de lo que pensábamos que hacía falta para gobernar. Estamos haciendo muchos esfuerzos tratando de no generar mayores gastos”, se defendió, y comparó “el siete por ciento de incremento de personal en la gestión de Binner” contra “el 10 por ciento de la gestión de Jorge Obeid”.
