A casi una semana de la salidera bancaria en la cual resultó herido de bala en las dos piernas Miguel Ángel Aun, un empresario cordobés de 54 años, se siguen sumando versiones que lo único que hacen es enturbiar aún más la pesquisa. Del maletín con más de 500 mil pesos que la víctima retiró de la casa de cambio Transatlántica, de peatonal Córdoba al 1400, se pasó en menos de 24 horas a poco más de 100 mil, entre pesos y dólares, que fueron “devueltos por alguien” en la mañana del sábado a la esposa del empresario, quien se olvidó de mencionar eso en un primer momento, por lo que fue imputada junto con su marido por encubrimiento. Pero las desprolijidades no terminaron ahí.
La firma Transatlántica presentó un oficio al Juzgado que investiga la salidera en el que refiere que el empresario cordobés que resultó herido de bala en las dos piernas no retiró dinero de la entidad, desmintiendo los dichos aportados desde un primer momento por quien resultara herido tanto a quienes lo auxiliaron mientras estaba tirado sobre calle Corrientes al 800, a varios medios de prensa y también a la Justicia, dijeron voceros tribunalicios. Esa misma versión fue repetida en la tarde de ayer por el abogado del empresario, quien dio su versión de lo que ocurrió el viernes en el centro rosarino: que su cliente no salió de la casa ubicada sobre peatonal Córdoba sino de la sita en Rioja y Mitre y que no retiró plata sino que había ido para pagar parte de un viaje al exterior que iba a realizar junto a parejas amigas.
Viernes por la tarde. Dos estampidos metálicos sacudieron a quienes estaban en inmediaciones de peatonal Córdoba y Corrientes. Sobre esta última calle, un hombre yacía en el piso, sobre un manto escarlata, mientras nuevos disparos volvían a sacudir la ya convulsionada esquina, luego de que un custodio disparara contra dos motociclistas que instantes antes le arrebataran un bolso al hombre que estaba en el piso, en el cual se dijo en un primer momento que contenía más de 500 mil pesos.
Esa misma tarde, fuentes policiales indicaron que el empresario Miguel Ángel Aun había salido del local de la empresa Transatlántica ubicado sobre peatonal Córdoba al 1400 con esa suma de dinero y que había sido abordado por dos personas en moto que quisieron sacarle el bolso. Como el empresario oriundo de Leones, provincia de Córdoba, se resistió, uno de los asaltantes sacó un arma de fuego, le efectuó disparos en ambas piernas y luego huyó con su cómplice en moto.
Ahí hizo su aparición un policía retirado que trabaja como custodio en Transatlántica y acompañaba a Aun hasta su auto, quien hirió mortalmente a quien iba al mando de la moto. Como pudo, su cómplice tomó el control del vehículo y siguió huyendo, pero en Santa Fe al 2300 abandonó la moto y a su compañero, quien falleció poco después.
Sobre el bolso con el dinero, la Policía dijo esa noche que se lo llevó el cómplice que logró darse a la fuga, pero el sábado una persona apareció en el sanatorio donde estaba internado Aun y se lo entregó a la esposa del empresario, según reconoció luego esta mujer. Ni ella ni su esposo comunicaron esta novedad a la Policía o la Justicia, que igualmente se enteró, por lo que ambos fueron vinculados con la causa como posibles encubridores del delito ocurrido.
En la tarde del lunes, la mujer del empresario cordobés se presentó en los Tribunales provinciales para realizar una declaración indagatoria, donde negó los hechos que se le imputaban y se abstuvo de responder la preguntas de los funcionarios judiciales. Luego, la imputada fue notificada de que le levantaron la restricción para poder salir de la ciudad, situación en la cual podría pasar a estar hoy Miguel Ángel Aun, ya que será indagado por el juez de Instrucción Javier Beltramone. El empresario fue dado de alta anteayer y hoy a las 11 esperará al juez Beltramone en el departamento que posee en Rosario. Según su abogado defensor, Aun negará los hechos que se le imputan.
Lo que en un primer momento fue señalado como salidera tanto por voceros policiales como judiciales, quedará como un equívoco si es que el empresario cuenta la historia que en la tarde de ayer brindó su abogado a este diario.
El defensor Javier Vidal sostuvo que el viernes el empresario fue hasta el local que la empresa Transatlántica posee en la esquina de Mitre y Rioja para pagar parte de la estadía y el hospedaje en Europa de un viaje que tenía pensado hacer junto a su esposa y dos parejas más en las próximas semanas, para los cuales ya habían adquirido pasajes en la empresa LanChile.
Según el letrado, estuvo en el lugar con poco más de 100 mil pesos que pensaba dárselos a una empleada, a quien esperó por algo más de una hora. Como la empleada no apareció y Aun tenía una reunión en el salón Metropolitano, donde se iba a reunir con responsables de la empresa de catering que posee oficinas en dicho lugar, ya que su hija está por cumplir 15 años y quería contratar los servicios que se brindan en dicho espacio. Como iba a caminar con una importante suma de dinero en un bolso, le pidió a la empresa que le cediera por un rato un custodio para que lo acompañara hasta la cochera donde había dejado estacionado su auto, en Corrientes al 800.
La empresa no habría puesto reparos en prestar el custodio, sostuvo Vidal, ya que el empresario tiene trato cotidiano con la firma, así que ambos salieron con el dinero en el bolso. No quedó en claro por qué calles fueron caminando ni tampoco por qué no dejaron el dinero en el local de calle Mitre y Rioja, que cuenta con cajas de seguridad o cómo no fue atendido por otra empleada o un gerente de la empresa.