Adriana Cruz, la mujer acusada de ahogar a su hijo de 6 años en el jacuzzi de su casa de un country de Presidente Perón, quedó formalmente detenida en el marco de la causa por disposición de la Justicia de Garantías de La Plata, informaron fuentes judiciales.
La medida fue dispuesta en las últimas horas por el juez Juan Pablo Massi, quien además ordenó que la mujer sea trasladada a una cárcel común, con atención psiquiátrica.
El fiscal que investiga el hecho, Leandro Heredia, había solicitado a Massi la detención de Cruz por el delito de «homicidio calificado por el vínculo», lo que fue consentido por el magistrado, quien además le agregó la figura de «alevosía». Es que para el juez la mujer «se valió de la indefensión de la víctima para provocarle la muerte», detalló una fuente judicial.
Según la investigación del fiscal, Cruz ahogó a su hijo Martín en el jacuzzi de su dormitorio, en una de las casas del country San Eliseo Golf & Country Club, ubicado en el kilómetro 18 de la ruta 52, de Presidente Perón.
«Fue una lucha entre David y Goliat, evidentemente, donde ganó Goliat. Un niño de seis años que estaría pesando 17 o 18 kilos no podría nunca con la fuerza ofensiva de una mujer de 42», graficó ayer Heredia en alusión al intento del menor por evitar que su madre lo ahogara.
Según el fiscal, «no se ha detectado ninguna patología psiquiátrica de base» en la mujer, razón que lo lleva a pensar que «estaba en su sano juicio en el momento de cometer lo que cometió».
Heredia agregó que la mujer realizó pintadas «tipo grafittis» en las paredes de su casa del country San Eliseo, donde «refiere epítetos gruesos sobre el padre de la criatura y una pareja nueva de este señor».
Además, escribió en el botiquín del baño donde fue encontrado muerto el niño «un mensaje para su hija mayor que decía que se tenía que salvar, que se independice, que tenía que ser ella misma».
Por otra parte, el fiscal confirmó que Cruz «estaba pasando un cuadro de separación traumático, tortuosos y conflictivo con su ex marido» y que tuvo una internación psiquiátrica en una clínica de Quilmes durante 40 días, entre noviembre y diciembre pasados.
