Espectáculos

Bublé: Voz y simpatía en perfecto equilibrio

El canadiense comenzó su gira argentina en Rosario, donde 2200 personas fueron seducidas con su gran calidad vocal y su carisma. La familia Lopilatto en pleno y amigos de Luisana, fueron los seguidores más atentos y ruidosos del show.

Por Juan Aguzzi

Trece músicos acompañaron a Bublé en dos horas de música de alto vuelo

Gran fiesta musical para los amantes de la canción pop recostada sobre arreglos jazzísticos y levemente rockeros que lleva adelante el cantante canadiense Michael Bublé, fue la que tuvo lugar anoche en el Salón Metropolitano. Con un registro vocal que muchos han comparado con el de Sinatra, Bublé demostró ser un showman tan eficiente como lo es con la interpretación de sus canciones.

Un público heterogéneo en edades que llenó más de la mitad del Metropolitano lo festejó, aplaudió y se sintió extasiado durante un concierto que alcanzó las dos horas. La presentación es parte de la gira denominada “Crazy Love Tour” que lo tendrá hoy en Córdoba y el fin de semana en el Luna Park.

Bublé tiene lo que se llama una súper banda que incluye ocho vientos, bajo y contrabajo, guitarra,  teclados y batería, todos excelentes instrumentistas a los que el cantante presenta uno a poco de iniciado el concierto y a los que les juega bromas respecto a características de la personalidad de cada uno. Con una mezcla un tanto sui generis de inglés y castellano, Bublé dice cosas diversas durante casi todo el show desplegando una irresistible simpatía y lo hace aludiendo a las canciones, a su lugar en el escenario, y destacando la calidad de sus músicos, todo lo ejerce con un público entregado que parece adorar cada frase de las que pronuncia. Temas como “Home”, “Everything”, “Hollywood” fueron coreados por la gente que también batió palmas y encendió sus celulares a pedido de Bublé como fondo activo de alguna de las canciones, mientras dos pantallas gigantes a los costados mostraban los detalles de sus movimientos en el escenario. También imitador, Bublé jugueteó haciendo pasajes de temas de Michael Jackson y moviéndose como el rey del pop, y hasta entonó “Twist y gritos” mientras bailaba al ritmo del clásico tema Beatle. Hubo un solo de trompeta que abrió “Haven´t met you yet” y que estuvo a cargo de uno de los dos trompetistas de la banda mientras unos grandes globos blancos rebotaban entre el público. Un poco después vendría el plus con una tarima escénica situada atrás, de frente al escenario y entre el público de las últimas plateas, donde Bublé volvió a poner en funcionamiento su carisma para interpretar otra tanda de hits, que incluyó “Lost”, “Feeling good”, “Crazy Love”, entre otros. Allí llegó precedido de un coro de negros ataviados con camperas de tono oscuro y brillante que soplaban los micrófonos que llevaban en sus manos dando el clima para la introducción de otro par de hits que gran parte de las mujeres presentes parecía conocer. Muchos pertenecían a  “Christmas”, su último disco.

Michael Bublé disfruta cada momento del concierto.

“Argentina es ahora mi hogar, los quiero mucho”, dijo un par de veces cambiando apenas algún adverbio y repartió besos y guiños a la familia Lopilato que estaba en las primeras filas haciendo el “aguante”, aunque, claro, el cantante hubiera sabido cómo arreglárselas sin hinchada. A pesar del sudor constante y de su apretado traje negro, Bublé demostró un gran dominio de la escena y un entusiasta candor para con la gente, para una comunicación que él cuida de demostrar lo más franca posible y la que sus fans responden de la misma manera. Los bises llegarían de la mano de “Me and Mrs. Jones”, con un segundo trompetista ubicado en la misma tarima trasera que ocupó el cantante y hasta con una demostración de la calidad de barítono de su registro que le permitió unos pasajes a capella que los fans aplaudieron a rabiar mientras miles de papelitos llovían sobre el público que sin dudas no olvidarán su buena voz pero sobre todo su impar simpatía.

 

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