El Papa Benedicto XVI dijo que el comunismo ya no funciona en Cuba y que la Iglesia Católica está dispuesta a ayudar a la isla a encontrar nuevas formas de avanzar sin «trauma». En declaraciones en el avión que lo traslada desde Roma hacia México y Cuba, el Sumo Pontífice dijo a periodistas que «hoy es evidente que la ideología marxista en la forma en que fue concebida ya no corresponde a la realidad».
Al responder a una pregunta sobre su visita a la isla, donde rige un comunismo de más de 50 años y está situada a 145 kilómetros de la costa de Estados Unidos, el Papa dijo: «Nuevos modelos deben ser encontrados con paciencia y de forma constructiva, nosotros queremos ayudar».
Benedicto XVI, que está previsto que llegue a Cuba el lunes luego de una visita de tres días a México, llamó a la libertad de conciencia y a la libertad de culto en la isla. Ofreció la ayuda de la Iglesia para lograr una transición pacífica en Cuba y dijo que el proceso requería de paciencia y también de «mucha determinación».
«Queremos contribuir en un diálogo espiritual para evitar traumas y ayudar a avanzar a una sociedad que es fraternal y justa, que es lo que deseamos para todo el mundo», añadió.
La palabra «trauma» ha sido usada anteriormente por miembros de la Iglesia Católica Romana para referirse a lo que podría suceder en Cuba, particularmente tras la muerte del debilitado líder revolucionario Fidel Castro, de 85 años, quien le cedió el poder a su hermano Raúl en el 2008.
Benedicto XVI dijo que la histórica visita a Cuba en 1998 de su predecesor, el Papa Juan Pablo II, «abrió un camino de colaboración y diálogo constructivo, un camino que es largo y llama a la paciencia, pero avanza».
La visita de Juan Pablo II aceleró el proceso de reconciliación entre la Iglesia Católica y los líderes comunistas de Cuba, que estuvieron enfrentados por muchos años tras la revolución de 1959. La Iglesia y el Gobierno cubano aún están en desacuerdo sobre temas como el uso de los medios y la educación religiosa.
Por otra parte, al ser consultado sobre si abordaría temas de derechos humanos en Cuba, el Papa respondió que «es obvio que la Iglesia siempre está de lado de la libertad, del lado de la libertad de conciencia, de libertad de culto, y contribuimos en ese sentido».