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Una dieta equilibrada para la hiperactividad

Un estudio pediátrico realizado en Estados Unidos determinó que una dieta sana y balanceada puede mejorar el comportamiento de niños hiperactivos o con déficit de atención.

Una dieta sana y balanceada puede mejorar el comportamiento de niños con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Así lo determina un estudio realizado por médicos de la Northwestern University Medical School, en Chicago (Estados Unidos).

“Una mayor atención a la educación de padres e hijos para que sigan una dieta saludable, que omita elementos que parecen predisponer al TDAH, es quizá el tratamiento complementario o alternativo más prometedor y práctico”, indica el estudio.

“La educación pública en cuanto a un modelo de dieta y un estilo de vida saludable para prevenir o controlar el TDAH puede tener un mayor éxito a largo plazo”, señalaron los investigadores, que mencionaron una dieta rica en pescado, verduras, frutas, legumbres y granos enteros.

Sin embargo, los científicos, que revisaron los últimos estudios sobre el tema, hallaron evidencia contradictoria sobre el impacto de los suplementos y las dietas con restricciones, que en algunos casos no fueron mejores que el efecto placebo.

Por lo tanto, señalaron que las intervenciones nutricionales deben considerarse como un método alternativo o secundario para tratar el TDAH, no una primera opción.

El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad implica comportamiento hiperactivo, incapacidad para prestar atención e impulsividad. A menudo, este trastorno se trata con medicamentos estimulantes, como la controvertida droga Ritalin.

Las causas exactas del TDAH son desconocidas, aunque los estudios señalaron factores hereditarios, así como influencias sociales y ambientales. Comer alimentos ricos en azúcar y alto contenido de grasa puede empeorar los síntomas, demostraron algunos estudios.

Pero aunque medidas como dar suplementos de hierro o evitar los aditivos y colorantes alimentarios se hicieron muy populares en los últimos años, el estudio en la revista Pediatrics dijo que hay poca base científica sólida para respaldar esas afirmaciones.

Por ejemplo, la muy elogiada Dieta Feingold, que restringe el azúcar, y prohíbe los aditivos y colorantes, así como las manzanas, uvas, embutidos o salchichas, no parece ser tan beneficiosa como se cree.

“Los estudios revisados no han confirmado la eficacia de la dieta como afirman sus promotores”, dijo la revista Pediatrics, que también señaló que el régimen era muy difícil de seguir para muchos padres.

Del mismo modo, indicaron que el consumo de posibles alérgenos en la dieta, como trigo, huevos, chocolate, queso y frutos secos, probaron tener un éxito limitado en algunos niños con TDAH, “pero el efecto placebo no se pudo descartar”, dijo el estudio.

Incluso cuando se trata de azúcar y gaseosas light, dos elementos que muchos padres creen que pueden provocar hiperactividad en los niños, los estudios científicos no pudieron demostrar un vínculo definitivo.

“La mayoría de los estudios revisados no prueban un efecto adverso importante de la sacarosa o el aspartamo”, dijo el estudio.

Los autores señalaron que evitar alimentos con alto contenido de azúcar en los niños pequeños “puede prevenir exacerbaciones del TDAH relacionadas con la dieta”.

Pero cuando los padres restringen el consumo de azúcar de un niño con el fin de evitar el mal comportamiento, su creencia inherente de que eso va a funcionar probablemente contamine cualquier evaluación objetiva de si funciona o no.

“En la práctica, la relación entre el azúcar y el comportamiento hiperactivo es tan universal en la opinión de los padres de niños con TDAH que probablemente ningún estudio o consejo médico cambie esta percepción”.

Por otra parte, el presunto papel del zinc y de la deficiencia de hierro merece más estudio, en tanto no se demostró que la terapia de megadosis de vitaminas funcione, e incluso puede ser peligrosa a largo plazo, indicó el estudio.

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