La Cámara de Diputados buscará convertir en ley el próximo jueves el proyecto que establece la expropiación del 51 por ciento de las acciones de Repsol-YPF, en una votación que contaría con el apoyo de más de 200 diputados pertenecientes a la mayoría de los bloques del cuerpo.
El proyecto elaborado por el Poder Ejecutivo, que ya tiene media sanción del Senado, cuenta con el visto bueno, para la votación en general, de la Unión Cívica Radical (UCR), del Frente Amplio Progresista (FAP), de Proyecto Sur y de parte de la Coalición Cívica y del Frente Peronista.
Así, más de 200 de los 257 diputados que integran la Cámara se encolumnarían detrás de la iniciativa oficial, en lo que se constituirá en una de las votaciones con mayor consenso favorable de los últimos años (ver recuadro).
De esta manera, en la Cámara baja se reflejaría lo acontecido la semana pasada en el Senado, donde el proyecto consiguió 63 votos a favor, 3 en contra y 4 abstenciones; votación a la que, por lo trascendente del tema, sólo faltaron dos senadores.
Igual de contundente fue el respaldo que obtuvo el jueves pasado el proyecto en el plenario de las comisiones de Energía, Presupuesto y Asuntos Constitucionales, donde el oficialismo consiguió poco más de 70 firmas a favor del dictamen de mayoría, de las cuales 17 pertenecientes a diputados del radicalismo, el FAP y de Proyecto Sur, entre otros, fueron en disidencia.
Además del de mayoría, al recinto llegarán otros tres dictámenes en los que repartieron sus firmas el resto de los diputados opositores, mostrado así sus diferencias internas: el del Frente Peronista con 7 firmas, el del PRO con 5 y el de la CC, que lleva la firma de Elisa Carrió pero que no cuenta con el aval de todo el bloque.
Según se acordó la semana pasada entre los presidentes de los diferentes bloques parlamentarios, la sesión en la que se tratará el tema YPF se iniciará el miércoles a las 15.30 y pasará a cuarto intermedio a la medianoche.
El jueves a las 10 se retomará la sesión, con la idea de agotar los discursos a las 18, momento en que se iniciarán las intervenciones de cierre por parte de las autoridades de los bloques con mayor número de representantes.
Aproximadamente a las 20 se llevaría adelante la votación en general; y entre esa hora y las 23 se realizaría el debate artículo por artículo, con lo que se finalizaría el tratamiento del proyecto.
En relación con el proyecto, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez (FpV), consideró que la recuperación del control estatal de YPF “va a marcar una época” y “un antes y un después en la historia argentina”.
El titular de la Cámara baja destacó también “el amplio apoyo que tiene la expropiación de YPF en la sociedad”, y remarcó que existe “un sentimiento mayoritario del pueblo”, que “interpreta esta sanción como la recuperación del rol activo del Estado para un objetivo que es el autoabastecimiento energético”.
Desde el radicalismo, Ricardo Alfonsín dijo que “es necesaria la presencia del Estado ejerciendo roles indelegables en la conducción del sector energético: fijación de política, planificación energética, fiscalización de la actividad que desde los años 90 no se ejercita”.
“La UCR históricamente consideró conveniente la presencia del Estado como actor empresario en el sector energético. Por eso nos opusimos a las políticas de los 90”, aseveró.
La posición del FAP la fundamentó el socialista Juan Carlos Zabalza, al señalar que “históricamente los socialistas nos hemos opuesto a las políticas de privatización de las empresas del Estado, y somos firmes en la convicción acerca de la necesidad de una política pública encabezada por el Estado Nacional en materia energética”.
Desde Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas manifestó su posición favorable a la expropiación de YPF, aunque consideró que se tendría que ampliar al “83 por ciento de las acciones y no dejar una parte en manos del grupo de Eskenazi”.
“Con este proyecto se está dando vuelta una página oscura que va en dirección de recuperar un instrumento importantísimo para la recuperación de nuestras capacidades soberanas en materia de hidrocarburos”, señaló el diputado.
Desde el PRO, uno de los pocos bloques que se mantiene homogéneo detrás de la negativa, justificaron el rechazo al proyecto al considerar que “el debate tiene que centrarse en cómo hacemos para generar mucha energía y barata para los argentinos, y no si YPF es pública o privada”.