Un público promedio de cuarenta años, papás con nenes sentados en la falda, y muchas mujeres con sus cámaras digitales intentando la mejor toma. Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat cerraron la gira argentina en Metropolitano, cuando el martes terminaron con el tour argentino de “La Orquesta del Titanic”, el nuevo disco que compusieron a cuatro manos y que les permite explotar la faceta humorística en clara comunión afectuosa con su público.
Las funciones programadas fueron insuficientes, a los dos días de concierto del mes de marzo, se sumó una nueva fecha para el 1 de mayo, que fue casi agotada. Después de casi tres horas de concierto, cuando algunos de los ocho músicos que acompañan al dúo ya tenían compromisos con bares de la zona para aseguir tocando en la madrugada, se instaló en bambalinas una gran mesa para el festejo. Porque el concierto del Día del Trabajador fue el último de una larga gira que hicieron durante mes y medio por Argentina, en que ofrecieron 18 conciertos en Buenos Aires. Claro que también debían festejar la cantidad de seguidores de los dos históricos cantantes y poetas: 18 mil personas pagaron su entrada en Rosario para ver a estos ‘dos pájaros que contraatacaron’ con éxito.