Los distintos datos que van apareciendo a medida que pasan las horas complican cada vez más a los taxistas que fueron protagonistas de un hecho de inseguridad el último lunes a la noche en Felipe Moré y Deán Funes, que culminó con uno de ellos baleado, lo que provocó un paro en el servicio de taxis que afectó a toda la ciudad. Según comentó el secretario de Gobierno del municipio, Fernando Asegurado, el análisis del GPS que tenía a bordo la unidad arroja que uno de los conductores había concurrido al lugar donde ocurrió la situación de violencia “en reiteradas oportunidades y que en el último mes había ido prácticamente todos los días dentro y fuera del horario de trabajo”. Por su parte, la presidenta de la comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal, Clara García, comentó que “extrañamente los taxistas no atinaron a llamar a la Policía” tras los disparos. “No quisieron ser protegidos”, agregó la concejala. Así las cosas, desde el Palacio de los Leones informaron que se está llevando adelante una completa investigación que puede culminar incluso con sanciones para los taxistas que fueron parte del confuso incidente.
“Lo que vamos a realizar por parte de la Secretaría de Servicios Públicos es profundizar la investigación para saber qué fue lo que realmente ocurrió. Queremos aclarar cuál fue la situación. Hay cosas que de alguna manera nos sorprenden: estar fuera de horario de trabajo, recorrer toda una zona y que luego el GPS deje bien identificado que en el sector donde ocurrió el hecho de violencia este trabajador había ido en reiteradas oportunidades, en el último mes prácticamente todos los días, en horario y fuera del horario de trabajo”, comentó Asegurado.
El secretario de Gobierno destacó que “con toda esta documentación que tiene la Secretaría de Servicios Públicos se está realizando una profunda investigación”. “Lo que queremos saber es si corresponde o no algún tipo de sanción también al trabajador. Esto no quiere decir que nosotros no estemos preocupados por los hechos de inseguridad que ocurren y que pueden seguir ocurriendo. También queremos ser muy claros cuando detrás de un hecho supuestamente de inseguridad se quiere ocultar alguna otra cuestión, entonces queremos que esto se aclare”, señaló.
Por su parte, García recordó que “el auto involucrado en este hecho tiene GPS”. “Lo que pasa es que estaba fuera de servicio. Extrañamente sus ocupantes no atinaron a avisar a la Policía. No quisieron ser protegidos”, sostuvo.
“En la ciudad hay unos 2.500 ó 3.000 taxis con GPS, que con los avances que la Policía implementó a través del 911, se logra identificar de manera mucho más rápida el lugar donde está ocurriendo un robo a bordo de un taxi. Pero reitero, esto ocurre cuando los choferes aprietan el botón de pánico y quieren ser encontrados por la Policía. Los móviles de la Policía también tienen GPS y pueden acercarse de manera más rápida. De manera que, en este caso, la opción de ser hallados rápidamente la tuvieron. Por algún hecho no quisieron mostrarse ante la Policía en ese lugar”, agregó.
Por su parte, el concejal radical Jorge Boasso solicitó que se implemente la ordenanza que obliga a los taxistas a usar los diversos sistemas de vigilancia que fueron aprobados en el Palacio Vasallo. “Falta decisión política en la exigencia de esa normativa tanto por parte de la Municipalidad como desde el sector gremial y empresarial. Hay cámaras, o algunos representantes de los propietarios de taxis, que son reticentes a la implementación de estas medidas”, reclamó.
“Más allá de los reales motivos del último paro, hay una mora muy grande en la implementación de una ordenanza que va cumplir cuatro años de vigencia, porque fue aprobada en julio de 2008. La norma tiene catorce artículos que incluyen una cantidad de sistemas de seguridad que deberían incorporar los taxis. Esos sistemas surgieron de una comisión que se conformó no sólo por funcionarios y concejales, sino también por representantes del sindicato de peones y de las cámaras de radiotaxi y licencias”, concluyó.