“Acá parece que si no te quejas sos un boludo. Y entre ser un llorón o un boludo, prefiero ser un llorón”. Las palabras de Gerardo Martino fueron un claro reflejo del enojo que se instaló en el vestuario leproso tras la derrota ante Tigre. Newell’s se vio perjudicado al no ser expulsado Diego Castaño en la media hora de juego, algo que hubiera dejado a la Lepra con un hombre de más con el resultado 1-1. Si bien suponer lo que hubiera pasado es sólo hacer “futurismo” no hay dudas que el trámite hubiera sido distinto.
Si bien Martino es de protestar mucho durante el partido, en especial a los asistentes, pocas veces realiza alguna queja pública. La primera fue tras las cuatro primeras fechas, tras varios fallos desfavorables para la Lepra.
Un penal por un agarrón de camiseta de los que no se cobran en el debut ante Estudiantes en La Plata. Una mano clarísima de Sabia que Vigliano obvió ante Argentinos. Y un lateral mal cobrado que derivó en un gol de Boca con posterior mano de Caruzzo no sancionada fueron situaciones que obligaron al Tata a elevar una protesta.
“Desearía que alguien me explique cuando una mano es intencional o no. Si es interpretación del árbitro, no entiendo por qué siempre terminan perjudicando a Newell’s. Es difícil decir esto después de una mala actuación, pero me parece que es momento de que al menos lo digamos. En un país donde todos juegan de vivos, donde todos quieren sacar ventaja, me parece oportuno decir las incomodidades que venimos sufriendo”, expresó su enfado el Tata después de caer ante Boca.
“Participar de este fútbol significa preocuparse de todo, sospechar de todo. Yo sabía que la historia era así. Parece fácil dirigir a Newell’s. En los cobros de similares características nunca es a favor nuestro y es necesario expresar lo que sucede”, amplió.
Tras esa queja, casualidad o no, Newell’s no se vio perjudicado por los siguientes arbitrajes, salvo jugadas circunstanciales que fueron sólo parte de los errores de árbitros poco confiables.
Y ahora, en una recta final donde el Rojinegro se juega mucho contra rivales de “peso” como Boca o Vélez, y otros muchas veces “favorecidos” por fallos arbitrales como Arsenal y Tigre, el Tata entendió que era el momento de “levantar la voz”.
“Creo que los árbitros tendrán que revisar sus errores como nosotros los nuestros. Alguna vez alguien tendrá que responder por qué pasan algunas situaciones lógicas y evidentes. Si hay árbitros que tienen temple para hablar de los recaudos que deben tomar los entrenadores, como lo hizo (Alejandro) Toia en estos días, también deberían hacerse cargo de sus errores. Ojalá alguna vez escuchemos alguna explicación lógica. Porque es fácil analizar el resultado final, pero a veces hay circunstancias que son determinantes en ese resultado. Y lo cierto es que todos nos estamos jugando cosas muy importantes”, comentó.
Y agregó: “Si un lateral es para uno u otro o una falta en el costado, es opinable. Pero cuando hay situaciones mucho más claras y determinante hay que preguntarse por qué no cobran esas cosas. La sensación es que si no protestás, quedás como un boludo. Uno no sabe en qué lugar quedarse. Yo prefiero ser un llorón antes que un boludo”.
Martino se sintió perjudicado y a poco del final y con tanto en juego no parece ilógica la queja. Más aún en este fútbol donde todo está bajo sospecha.
