Viviana Sala, exmujer de Sergio Schoklender, será indagada por el juez federal Norberto Oyarbide en la causa en la que se investigan supuestas irregularidades en el manejo de fondos públicos por parte del exapoderado de la fundación Madres de Plaza de Mayo. Luego de la detención la semana pasada de los hermanos Schoklender y del contador Alejandro Gotkin, directivo de las empresas Antártica y Meldorek, la expectativa estará puesta en los dichos de Sala, señalada por haber recibido depósitos por parte de Madres y por bienes que se encuentran a su nombre.
La causa que instruye Oyarbide y que tiene como fiscal a Jorge Di Lello cobró un ritmo vertiginoso el pasado martes, cuando durante la audiencia del mayor de los Schoklender el magistrado le comunicó que quedaría detenido como presunto jefe de una asociación ilícita. El mismo día quedaron apresados el hermano menor, Pablo, y Gotkin. Estos dos últimos, a diferencia de Sergio, sí declararon ante el juez.
La audiencia más reveladora, de acuerdo con fuentes judiciales, fue la del contador. Luego de desligarse de la responsabilidad y decir que sólo acataba órdenes, Gotkin dio indicios acerca de la supuesta operatoria de canje de cheques y de desvío de fondos públicos. También sostuvo que las empresas de las que formaba parte, Meldorek y Antártica, que encabezaba Sergio Schoklender, habían sido montadas al parecer para «hacer caja» a través de las operaciones con Madres de Plaza de Mayo.
Pablo, en tanto, sostuvo que las irregularidades achacadas a la fundación no fueron maniobras delictivas sino supuestas desprolijidades atribuibles al «colapso» en que ingresó la fundación una vez que tomó a su cargo la misión Sueños Compartidos, que estipulaba la construcción de viviendas sociales con fondos públicos.
La del menor de los Schoklender fue una exposición corta que complementó con un escrito. En los próximos días Oyarbide volverá a citarlo para ampliar sus dichos. En tanto, los tres detenidos presentarán esta semana apelaciones a los rechazos de sus excarcelaciones que dispuso el magistrado ante la Cámara Federal. Se trata de un punto a tener en cuenta en vista de que la Sala I del tribunal, que interviene en el expediente, dio vuelta numerosas decisiones de Oyarbide y en varias ocasiones reprendió al funcionario judicial en duros términos por el mecanismo de impulso de la investigación.
En tanto, Pablo Slonimsqui, abogado del menor de los Schoklender, dijo el fin de semana que su defendido señalará a funcionarios por su aparente vinculación con las irregularidades detectadas y agregó que por esa razón el sospechoso tiene «miedo de que le pase algo feo».
Mañana será el turno de Sala, exmujer de Sergio y psiquiatra de profesión. En el entorno del mayor de los Schoklender dijeron suponer que no será apresada al indicar que las imputaciones en su contra -al menos las señaladas por Di Lello en su pedido de indagatorias original- se limitaban a dos registros de operaciones sospechosas (ROS) y a su condición de propietaria de inmuebles, como en el caso de una casa en un barrio cerrado de Pilar. Sin embargo, las tres detenciones practicadas hasta ahora tuvieron en buena medida relación con el último cuerpo de la causa -que acumula 132- por lo que la incógnita subsistirá al menos hasta mañana.
De la ronda de indagatorias que se extenderá hasta mediados de junio, uno de los hitos será la declaración de Alejandra Bonafini, hija de la presidenta de las Madres, prevista para el 31 de mayo.