Una persona fue detenida en el Vaticano por posesión de documentos secretos en el marco de la investigación que la gendarmería vaticana realiza por la fuga de noticias reservadas. Según el diario italiano Il Foglio, los documentos internos fueron filtrados por el “mayordomo” de Benedicto XVI, aunque no descarta de que se trate sólo de un “chivo expiatorio” para presentar rápidamente a un culpable. En tanto, el Papa quedó “dolorido y golpeado” por la noticia, según publicó la agencia italiana Ansa.
La persona arrestada según trascendió a través de la prensa italiana es el asistente de cámara del Papa Paolo Gabriele, “Il corvo” (el cuervo), como ya se lo conoce, quien fue puesto a disposición de la Justicia “para mayores averiguaciones”.
La detención se enmarca en las investigaciones impulsadas por el propio Papa, luego de que en abril pasado se publicara el libro Sua Santita, del periodista Gian Luigi Nuzzi (ver recuadro), que contuvo un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelan tramas e intrigas en ese Estado.
La noticia fue confirmada por el portavoz vaticano, Federico Lombardi, aunque se abstuvo de confirmar su identidad. Poco después, fuentes allegadas al pontífice indicaron a la agencia Ansa que luego de ser informado del arresto de Gabriele, Benedicto XVI dijo que “es consciente de la situación” en lo que definió “circunstancias dolorosas” que lo han dejado “dolorido y golpeado”.
El anuncio de la detención, algo inédito en el Vaticano, ocurrió un día después de la destitución del presidente del Banco del Vaticano, el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), Ettore Gotti Tedeschi, exonerado por “no haber cumplido con su labor”.
El despido de Gotti Tedeschi fue decidido al término de una guerra interna por la aplicación de las normas internacionales para la transparencia y contra el lavado de dinero sucio.
En enero pasado documentos confidenciales divulgados por la prensa italiana, –el escándalo bautizado como “Vatileaks”–, confirmaron las luchas internas para el cumplimiento de las normas sobre la transparencia.
Hace un mes, Benedicto XVI creó una comisión formada por tres cardenales –Julián Herranz, Josef Tomko y Salvatore De Giorgi– para investigar la fuga repetida de documentos internos.
