La inolvidable remontada de San Lorenzo que le permitió al club de Boedo ilusionarse con mantener la categoría, tuvo las reacciones más impensadas entre sus hinchas. Desde ataques por hipertensión hasta paros cardíacos, que fueron atendidos en la puerta del estadio. Pero lo que le pasó a Viggo Mortensen fue una de las historias más pintorescas tras el histórico partido.
El actor que encarnó a «Aragorn» en la trilogía del «Señor de los Anillos», fanático del Ciclón, palpitó el encuentro desde el aeropuerto de Dulles, en Washington, y casi termina preso tras gritar en la sala de embarque en forma desaforada el tercer gol agónico que le dio la victoria a San Lorenzo por 3 a 2 sobre Newell’s.
El siguiente es el relato del propio Viggo en una página partidaria:
«A media hora de nuestra salida del aeropuerto Dulles en Washington, D.C. estoy viendo el partido contra Newell’s en la compu, cerca de la puerta de embarque para nuestro avión. Y de repente Romagnoli hace magia corriendo por la banda izquierda, y le da una última oportunidad a Gigliotti, que ya había fallado en dos oportunidades clarísimas para ganar este partido increíble. Yo grito
GOOOOOOOOOOOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAZOOOOOOOOOOOOOO!!!! con toda mi alma y empiezo a pegar saltos por todos lados como un ciervo espantado entre los pasajeros y sus valijas ¡¡¡¡¡¡PIPI!!!!!! !!!!!!!!!!!PIPI!!!! ¡¡¡¡PIPIIII!!!!»
«La gente no entiende lo que está pasando, no entiende porque estoy gritando y saltando, no saben si lo de gritar ¡PIPI! una y otra vez significa que me he meado encima, o si me he hecho daño de alguna manera. Un señor con uniforme militar del U.S. Army, probablemente recién vuelto de Irak o Afganistán se levanta y se me acerca rápidamente diciendo ´Cool it, man!! Easy now.what’s wrong, what happened???.´ Ni caso, digo gritando el gol, y me insiste: ´CALM DOWN SIR!´
«Vuelvo corriendo a la pantalla de mi compu repitiendo ´¡GOL, GOL, GOL.!´ para asegurarme que es verdad, para ver si aguantamos el 3-2 unos minutos más. Como ya paré de gritar y solamente miro la compu, creo que el militar se aleja y se sienta. Los otros pasajeros también se van calmando, y algunos se ríen un poco.»
«Todos menos uno que es alemán — o austríaco o suizo — que me pregunta si yo soy Victor Mortensen. Le digo que sí. Fussbal!, me dice con una sonrisa, acercándose a la compu para ver qué partido es. Ja, fussbal, le contesto. San Lorenzo de Almagro fussbal. le digo. Este me entiende, al menos.Argentinien, ja? Si, señor. Argentina, First División. Buenos Aires. The game is almost finished. (.casi terminó el partido, le digo) Le dejo un hueco para que vea conmigo los últimos minutos.»
«Cuando han pasado 30 segundos de los 4 minutos agregados por el árbitro, dos policías tipo seguridad de aeropuerto me agarran y me alejan de la compu, diciendo. ´Sir, what is WRONG with you???´ Lo miran al amigo germánico pero lo dejan libre. A mí me apartan de la compu y de la gente. Sigo oyendo los comentarios de los del canal 7, que dicen ´.remontada histórica.gran victoria…´ Los policías me piden el pasaporte, la tarjeta de embarque, me preguntan un montón de cosas. Yo les digo que no pasa nada, que perdón pero estoy viendo un partido de fútbol y mi equipo acaba de meter un gol muy importante, que casi se acabó el partido. Mientras me hacen preguntas y miran mis documentos trato de ver por encima de sus hombros lo que pasa en la compu, a ver si el partido queda 3 a 2. Termina y quiero gritar la victoria, pero sé que no me conviene justo ahora con estos tipos revisándome. Finalmente me dejan libre después de avisarme que si empiezo a gritar otra vez no me van a permitir volar y me van a echar del aeropuerto. El amigo del fussbal se les acerca tímidamente hacia el final de las advertencias y les dice, señalándome ´Das ist Victor Mortensen. Victor Mortensen der schauspieler. He is the actor. he is Victor Mortensen. King Aragorn.´»
«Los policías no le dan bola. Me miran un momento más y entonces el que parece ser el jefe me dice ´Keep the noise down, sir.´ (´No haga más ruido, señor´) Caminan unos 20 metros y se quedan vigilando por si pasa algo más conmigo. Cuando ven que todo esta bien y que me siento tranquilamente, se van. Resulta que el amigo es suizo. Me habla un poco de la gran victoria de ayer de Suiza 5 a 3 contra Alemania en un amistoso que se jugó en Basilea. Otra victoria histórica. Podrían haberles goleado aún más, me cuenta el amigo.»
«Ahora estoy volando, física y mentalmente en las nubes como todos los cuervos. ¡Qué alivio! Partido clave, hazaña total. Nuestra cancha llena, la hinchada apoyando con todo, creyendo en el milagro. Y así fue. Un milagro de los más lindos. Después de la terrible derrota contra Unión no teníamos margen. Grande Buffarini, grandes todos. Enormes. Quedan 3 partidos más, 3 finales. Sí, se puede. Se puede.»