De sancionarse la reforma tributaria que impulsa el gobierno de Antonio Bonfatti, una gran parte de los sectores medios sufrirá un incremento del Impuesto Inmobiliario Urbano del orden del 90 por ciento en relación a la factura que paga ahora en forma bimestral.
En la provincia hay alrededor de 1.200.000 contribuyentes del Inmobiliario Urbano. Según el proyecto oficial, la mitad sufrirá subas que van del 50 al 90 por ciento.
“El 15 por ciento de ese grupo tendría aumentos del 50 al 80 por ciento, aproximadamente, y el resto tendrá subas del 90 por ciento con respecto al impuesto anterior”, calculó el secretario de Ingresos Públicos provincial, Sergio Beccari. “Los aumentos tienen mucho que ver con el valor de la propiedad, el lugar donde está ubicada y las ciudades” de radicación, añadió el funcionario.
El impacto de los aumentos impositivos recaería, en mayor medida, en los propietarios de grandes superficies rurales, mientras que los sectores urbanos de clase media y baja serían los menos afectados. “El impacto es menor en el impuesto Inmobiliario Urbano que en el Rural, ya que la distorsión actual en el impuesto Rural es muy grande”, explicó.
Mientras el Senado analiza el proyecto, resistido principalmente por las entidades que agrupan a los productores rurales, el gobierno redobló su reclamo a los legisladores (ver aparte) con el argumento de que se necesitan más recursos para equilibrar las cuentas públicas y, al mismo tiempo, avanzar hacia un régimen tributario más equitativo.
En ese sentido, Beccari aclaró que los propietarios de grandes superficies serán quienes más afectados se verán por la reforma, incluso quienes posean terrenos baldíos que superen los 3.000 metros cuadrados, que tendrán un aumento del 100 por ciento en el impuesto Inmobiliario Urbano, el doble de lo que pagan en la actualidad.
El proyecto que remitió el Ejecutivo al Senado contempla un aumento del impuesto Inmobiliario Urbano de entre el 40 y el 120 por ciento, según el valor de la propiedad. El texto no incluye los porcentajes de la suba sino que establece un incremento de un punto y medio, del 3 al 4,5 por ciento, en el coeficiente con el cual se establece el monto del Inmobiliario en función del valor de la tierra y de la edificación.
El 40 por ciento del total de contribuyentes –los propietarios de vivienda única– pagan en la actualidad, en promedio, un impuesto mínimo de 45 pesos anuales. Para ellos la suba será de entre el 40 y el 45 por ciento: con la reforma pasarán a tributar unos 65 pesos por año. “Pasarían de pagar 4 pesos por mes a 6 pesos por mes; son valores razonables”, graficó el funcionario. El mensaje del Ejecutivo establece que los propietarios de vivienda única no podrán pagar, en ningún caso, un incremento superior al 50 por ciento respecto del impuesto actual.
En el otro extremo, el 5 por ciento –unos 60 mil contribuyentes, dueños de las viviendas más costosas– tendrán incrementos de entre el 100 y el 120 por ciento en sus tributos. “Son los que tienen propiedades cuyo valor supera el millón de pesos. Estamos hablando de valores anuales que superan los 5.000 pesos y que pasarían a pagar algo más de 10.000 pesos anuales, que serían entre 400 y 700 pesos por mes”, añadió el titular de la Secretaría de Ingresos Públicos.
El mensaje del Ejecutivo incorpora una tabla de valuaciones fiscales de ocho rangos calculados de acuerdo a la propiedad, al valor del suelo y a su ubicación. Los rangos 7 y 8 son los de mayor valor. Según la iniciativa del gobierno, en ningún caso el impuesto que se determine para los inmuebles urbanos y suburbanos comprendidos en los rangos del 1 al 6 inclusive (la gran mayoría de los ciudadanos de la provincia) podrá superar en un 100 por ciento al impuesto liquidado para el período fiscal 2012.
“A diferencia del Inmobiliario Rural, donde la distorsión es muy grande entre el valor fiscal y los valores de mercado, en los inmuebles urbanos el valor fiscal que hoy tiene la provincia –que es de 300 pesos el metro cuadrado– es diez veces menor al valor en que está cotizada la construcción para una vivienda tipo, que está en 3.000 pesos el metro cuadrado”, agregó Beccari. Según el funcionario, esa diferencia es “la relación que existe con el impacto, que es menor en el Urbano que en el Rural ya que la distorsión en el impuesto Rural es muy grande”.
El proyecto también establece un adicional para aquellos contribuyentes considerados Grandes Propietarios de Suelo Urbano Vacante (baldíos). Quienes tengan terrenos identificados como baldíos que, en su conjunto, superen los 3.000 metros cuadrados, tendrán un aumento del 100 por ciento en el impuesto Inmobiliario.