El stock de reservas internacionales en poder del BCRA cayó a 46.731 millones de dólares. La cifra está 1.100 millones de dólares por debajo del máximo anual alcanzado el 27 de abril y apenas 355 millones de dólares por encima del nivel registrado a fines del año pasado.
Desde la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont esperan que se reviertan los tres motivos principales que precipitaron la caída de reservas: la escasa liquidación de divisas por parte de los exportadores agropecuarios, la debilidad del euro y especialmente la salida de depósitos en moneda extranjera.
El sostenido retiro de depósitos en dólares tuvo un fuerte impacto en el nivel de reservas, ya que una importante porción de los mismos se mantiene “encajada” en el BCRA. Sólo en mayo la caída fue de 1.600 millones de dólares y del 28 de mayo al 1º de junio se registró un ritmo de salida de 120 millones de dólares diarios, poco más de 600 millones de dólares en total.
En la última semana el promedio de salida siguió elevado, aunque algo inferior al de la anterior: se fueron unos 90 millones de dólares diarios, es decir otros 450 millones de dólares. Con esta nueva reducción, el nivel de depósitos en dólares del sector privado caerá por debajo de los 10.000 millones de dólares. Cuando arrancó el cepo cambiario a fines de octubre pasado había casi 15.000 millones de dólares.
La escasa liquidación de dólares de las exportaciones del agro fue otro factor que pesó negativamente en las últimas dos semanas. El volumen de operaciones en el mercado cambiario cayó a menos de 300 millones de dólares diarios, dando cuenta de este fenómeno. El promedio de la última semana, por ejemplo, se ubicó en 280 millones de dólares. Por ese motivo, y a pesar de que la demanda se encuentra contenida, el Central casi no pudo intervenir en el mercado. La excepción fue el viernes, cuando la entidad monetaria se pudo alzar con 80 millones de dólares.
El problema que enfrenta el BCRA es que en el segundo semestre cae drásticamente el ingreso de dólares proveniente de exportaciones del agro, pero al mismo tiempo se multiplican los pagos de deuda, especialmente en agosto por el Boden 2012 y en diciembre por el cupón PBI. Ambos insumirán cerca de 5.000 millones de dólares.