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A un tranco del colapso

Por Diego Montilla.- Con el paro de camioneros, la ciudad estuvo cerca del faltante total de combustibles. El transporte público, el sistema de salud y las fuerzas de seguridad tenían reservas hasta hoy.

Con la ciudad llegando peligrosamente al borde del desabastecimiento total de combustibles, la decisión del Sindicato de Camioneros de levantar la medida de fuerza que venían llevando adelante trajo alivio tanto para el inmenso entramado de servicios que depende de las naftas y el gasoil para movilizarse como para los ciudadanos comunes. La propia intendenta Mónica Fein había declarado que tanto el transporte público de pasajeros como las ambulancias y las fuerzas de seguridad tenían reservas de combustible sólo hasta hoy. Por pertenecer al gremio en conflicto, la recolección de residuos también iba a brillar por su ausencia. En este marco, las estaciones de servicio de la ciudad ya estaban cerradas prácticamente en su totalidad con los surtidores vacíos. Así las cosas, el anuncio del secretario general de la CGT Hugo Moyano del cese del bloqueo a las refinerías y distribuidoras de hidrocarburos evitó una situación sumamente grave y compleja que hubiera afectado de manera decisiva el normal funcionamiento de la ciudad.

Manteniendo la calma, pero con una creciente preocupación antes del levantamiento del paro, Fein comentaba que el servicio de transporte sería normal hasta hoy, cuando estaba previsto que se termine el stock disponible de combustible. Lo mismo pasaba con las áreas de control y emergencias. “Hemos estado hablando con el ministro de Seguridad y estarían con combustible para funcionar en el día de hoy (ayer) y mañana (hoy)”, sostenía.

“En la medida en que haya adhesión al paro en nuestra ciudad, los trabajadores que hacen la recolección de residuos están adheridos a camioneros, por lo que tendríamos problemas en ese sector. Hasta ahora hemos podido realizar en forma medianamente normal todas las actividades y podemos garantizarlas jueves y viernes. Para el Sies  tenemos una reserva de 500 litros de combustible, entre el stock propio y alguna reserva de las empresas que nos abastecen”, explicaba Fein.

Por su parte, el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, destacaba con respecto al servicio de taxis que “la flota existente en la ciudad está compuesta mayoritariamente, casi en un 90 por ciento, por vehículos que funcionan con GNC”, por lo cual no se esperaban inconvenientes en el sector.

Salud

En tanto, el ministro de Salud de Santa Fe, Miguel Ángel Cappiello, pronosticaba dificultades para abastecer de combustibles a las ambulancias de los centros de salud públicos de la provincia si continuaba la medida de fuerza. “Hay empresas que son nuestras proveedoras que nos han garantizado en algunos lugares unas 24 o 48 horas, de acuerdo al uso que le demos a las ambulancias. Si hay una mayor demanda de servicio, y si el paro de camioneros no se levanta, en un día o día y medio vamos a tener algunas dificultades”, afirmaba el funcionario.

Gas

Al ser consultado sobre el abastecimiento de gas, el ministro manifestaba que si el suministro del fluido no llegaba a tiempo “habría dificultades”. “Todos los centros tenían hasta ayer (anteayer) los zeppelines que usan casi con cargas completas, pero estamos en una dificultad que vamos a tener que enfrentar si esto no se soluciona en el término del día de hoy (ayer). A medida que pasan los días se hace muy difícil la reposición de todos los elementos que se necesitan para trabajar normalmente”, expresaba.

Por último, la existencia de combustible era casi nula en horas del mediodía de ayer. El propio titular de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), Daniel Giribone,  consideraba que la situación era “crítica” en los puntos de venta de combustible. “Hay muchos colegas sin producto. Nosotros miramos esto desde afuera, al igual que los consumidores. No sabemos qué va a pasar”, señalaba el referente antes de la llegada del fin momentáneo del conflicto.