Víctima de una violencia familiar extrema, una beba de 10 meses perdió la vida luego de que su papá le pegara a su madre que la tenía en brazos. Esta acción provocó la caída de la niña al suelo. Su padre levantó la bebé y en el furor de la pelea, la arrojó sobre la cama donde habría impactado contra la pared, sostiene el fallo. Al día siguiente la mujer llevó a la beba desvanecida a un hospital y luego de una serie de evasivas contó lo sucedido aquel 12 de noviembre de 2011 en la vivienda familiar. Una vez ocurrida la muerte de la criatura, el padre de la niña fue detenido por el hecho y posteriormente la madre corrió la misma suerte ya que habría incurrido en posible abandono de persona. El Juzgado de Instrucción 7ª procesó a los progenitores de la víctima, al padre le endilgó la muerte y el abandono de la beba mientras que a la mujer sólo el último delito atribuido al padre, y ahora ambos deberán esperar el juicio tras las rejas.
Damaris tenía 10 meses y era la menor de cuatro hermanos. La niña y un nene de 3 años compartían el mismo padre y las dos hermanas mayores fueron criadas por otras personas. El hombre había sido excluido del hogar y según algunos testimonios estaba separado de la madre de Damaris.
Pero Walter Fabián F. se presentaba continuamente en la vivienda familiar ubicada en Ayacucho al 4300, lugar que era escenario de periódicas peleas mutuas, que incluían hasta golpes. Varias personas sostuvieron durante la instrucción del caso que ambos eran adictos, que le pegaban a los chicos y no los atendían. “Los descuidaban mucho y estaban todos sucios”, dijeron.
El 13 de noviembre de 2011 Mirian B. llegó al Hospital Roque Sáenz Peña con la pequeña inconsciente y a poco de llegar, la beba sufrió un paro cardio respiratorio. La mujer sostuvo que se había caído de un sillón aunque luego afirmó que se había caído de sus brazos en el momento que sufrió un robo, pero las numerosas lesiones que presentaba la niña no coincidían con los dichos de la madre, quien finalmente admitió que su ex pareja las había golpeado a ambas. La criatura falleció dos días después en el hospital Víctor J. Vilela a consecuencia de las lesiones sufridas.
La madrina de Damaris relató que la madre pensaba dar a la bebé en adopción y ella se ofreció para cuidarla, incluso fueron a Tribunales, pero Miriam no se presentó. Respecto a la vida que llevaba la familia, la testigo contó que ambos se drogaban, que Miriam maltrataba a sus hijos, que en una oportunidad el hombre cayó preso y la joven le dejó la nena por casi cuatro meses hasta que su pareja estuvo en libertad y que le dejaban tener la bebé a cambio de dinero.
La mujer refirió también que debió obligar a Mirian a contar lo que había pasado con Damaris, circunstancia en que le afirmó que hacia una semana que el padre le venia pegando.
Con los testimonios colectados, las constancias médicas de la beba que hablaban de un cuadro de síndrome del niño maltratado y las conclusiones de la autopsia, el juez Juan Andrés Donnola procesó al padre por homicidio con dolo eventual calificado por el vínculo y abandono de persona, al entender que el hombre debió comprender que las acciones violentas en una beba de tan corta edad podrían provocarle lesiones serias e incluso la muerte, y que su accionar puso a la niña en un estado de desamparo y abandono al no prestarle la atención que el cuadro ameritaba.
Respecto a la mujer, la acusó de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo, al concluir que si bien no consta que Miriam haya castigado o golpeado a su hija, su conducta omisiva –entendida como el incumplimiento de su obligación de proporcionarle cuidados básicos de salud–, sumado al maltrato prolongado, contribuyeron al desenlace fatal de la pequeña.
