Para que la Argentina fuera el Granero del Mundo, el sueño de la Generación del 80, detrás estaban las manos de los inmigrantes llegados de Europa a poblar lo que aún no se conocía como la zona núcleo. La propiedad de la tierra en manos de pocos, la estructura social del campo formado por terratenientes, arrendatarios y subarrendatarios, quienes se encontraban sometidos a los estancieros a través de contratos que establecían rentas impagables y la obligación de comprar herramientas e insumos a quien el patrón ordenara e imponían al colono las responsabilidades de una mala cosecha. Esa injusticia llegó a su fin el 25 de junio de 1912, hace 100 años, en un hecho que se denominó el Grito de Alcorta, y que desembocó en la creación dela Federación Agrariael 15 de agosto de ese año.
El apellido Netri sería fundamental para que la oligarquía terrateniente agrupada enla Sociedad Ruraltuviera su primera huelga agraria. Los sacerdotes José y Pascual Netri que estaban en las localidades de Alcorta y Máximo Paz respectivamente, hacía un año venían escuchando los reclamos de los peones. Por más que el colono trabajara de sol a sol y por buena que fuera la cosecha, al final de ésta no le quedaba ni lo más elemental para subsistir. Es así que ambos curas arman una comisión y llegan a Rosario para presentar el problema a su hermano menor, Francisco Netri, abogado recibido en Nápoles, Italia, pero que tuvo que revalidar todas las materias en Santa Fe.
Religiosos
“Una delegación acompañada por el padre José viene a hablar con mi abuelo. Los atiende y su vida tomó un giro para siempre, se comprometió a muerte, con una vocación increíble, pudo llevar a cabo sus ideales porque no les cobró un centavo”, recuerda su nieto Alberto Netri, presidente dela Cámarade Apelaciones de Circuito de los Tribunales Provinciales. “Lo primero que hizo Francisco fue convocar a una asamblea el 25 de junio en Alcorta. Se realizó enla Sociedad Italianadonde también se convocó a los propietarios de los campos con la intención de replantear las condiciones de trabajo. La sorpresa fue que ninguno se presentó a la cita, por la soberbia que los caracterizaba, se negaban a dialogar; además, contaban con el apoyo del gobierno nacional —el presidente era Roque Sáenz Peña— que estaba identificado con los terratenientes y la policía que estaba al servicio de ellos”, relató el nieto.
La acalorada asamblea decide hacer la huelga que se extendió por toda la pampa húmeda; llegados en carretas y a caballo de localidades vecinas, “la medida fue un verdadero llamado de atención para los propietarios. La situación que vivían los colonos, los peones que trabajaban en situación precaria, realmente explotados. La mayoría eran inmigrantes italianos que poco y nada hablaban el español”, agregó.
Francisco Netri les explicó en la asamblea que había que institucionalizar el movimiento; dijo que para que la lucha tenga perdurabilidad “tiene que haber una entidad que los agrupe y los defienda”; así, el 15 de agosto de ese año se constituyela Federación Agraria.“Otra de las cosas que planteó mi abuelo —continuó Alberto— es que no había que involucrar a la entidad gremial con ningún partido político. Había dirigentes que pertenecían a algunos partidos, mi abuelo se puso firme y dijo: ‘no’. Planteaba que se perdía la universalidad, porque el que no militara en determinado partido político no se iba a ver representado, él dijo ‘separemos los tantos: la actividad política en los partidos,la Federación Agrariacon los problemas del trabajador rural’, eso le valió algunos contratiempos porque hubo algunas resistencias. Luego fue designado primer presidente dela Federación.
Netri y sus hermanos sacerdotes habían sido varias veces amenazados y perseguidos. Al padre José lo detuvieron enla Alcaidíade Rosario acusándolo de formar parte de una mafia y a su hermano Pascual, la iglesia lo trasladó a Rufino. La tarde del 5 de octubre de 1916, un sicario asesinó a Francisco a balazos en la vereda de calle Urquiza casi esquina Mitre, cuando Francisco se dirigía ala Federación Agraria.Si bien se detuvo al asesino, se lo juzgó y condenó, nunca se supo quién o quiénes fueron los ideólogos. “Siempre quedó la duda de quién había mandado a ese hombre a matar a mi abuelo. Quisieron eliminar al conductor de aquellos chacareros y colonos que eran explotados, a los que jamás les cobró un peso. Le valió que se precarizó su condición económica, había perdido su clientela adinerada de la ciudad de Rosario, aquellos que le venían a pedir sus servicios profesionales, se fueron alejando porque lo vieron identificado con un sector que la sociedad consideraba adversarios”, señaló Alberto y enumeró: “Tuvo amenazas y atentados estando en Máximo Paz, tenía dos cátedras en el Colegio Nacional Nº 1, ganadas por concurso, que se las quitaron por un decreto del Ministerio de Educación dela Nación, como revancha por haberse involucrado con la gente del campo. Tenía una biblioteca importantísima de la que tuvo que desprenderse de a poco, vendiendo sus libros, para poder subsistir, la de mi abuelo fue una entrega total por una causa noble”.
Historia
Respecto a la poca información al feriado por cumplirse los 100 años de aquella gesta agraria, el presidente dela Cámarade Apelaciones de Circuito agregó que “cuando en la educación escolar, tanto en la primaria como en la secundaria, estudiamos lo que se llama Historia Argentina, en definitiva, lo que estudiamos es la historia de Buenos Aires, se olvidan los hechos heroicos que ocurrieron en la provincias y el Grito de Alcorta hay que reivindicarlo porque ocurrió en una localidad santafesina y tuvo trascendencia nacional. Es importante que se recuerde un hecho histórico que no ocurrió precisamente en la capital de nuestro país, porque la reivindicación del Grito de Alcorta fue para todos los trabajadores rurales”, concluyó.