La presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió la aplicación del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores que ganan sueldos más altos y criticó a Hugo Moyano por convocar a un paro nacional contra ese tributo, que en la Argentina solo pagan el 19% de los asalariados registrados.
Al titular de la CGT le reclamó más «responsabilidad» al líder de la CGT. «Si alguien espera que yo responda alguna agravio que espere sentado», dijo y agregó «nunca hemos traicionado a los trabajadores y como nunca hemos enfrentado a los grupos concentrados».
«Este impuesto, que se quejan que es tan alto, existe en todas partes del mundo», dijo al justificar el cobro. «En Argentina de los 9 millones de trabajadores registrados solamente el 19 por ciento paga Impuesto a las Ganancias o a los altos ingresos. El 81% restantes no llega a los mínimos no imponibles», afirmó.
La mandataria recordó la histórica reivindicación del peronismo de repartir las riquezas del país «fitty-fifty», mitad y mitad entre trabajadores y empresarios, pero aseguró que de la mitad que le corresponde a los trabajadores de los 61.000 millones de pesos totales de generación de riqueza, el 19% de los empleados se queda con el 41% de la riqueza y el otro 81% recibe el 59%.
La Jefa de Estado recordó la vigencia de las paritarias para acordar aumentos de salarios y beneficios laborales, pero advirtió que hoy esas mejores se rigen por otra modalidad: «Se obtienen por presión: cuanto más puedo amenazar y perjudicar a la sociedad para obtener un mejor salario, mejor», afirmó.
«Sería muy interesante discutir en la Argentina esto de hacer socialismo con la plata del Estado y de los demás, y ser liberal cuando te tocan el bolsillo, sobre todo si te querés seguir haciendo llamar peronista», le machacó a Moyano ante la plan mayor del gabinete, legisladores nacionales, funcionarios y dirigentes empresarios y sindicales.
«Y también se debería ver cómo se distribuye el otro 50% entre las grandes empresas y las pequeñas, porque las pequeñas son las que más trabajo aportan», completó.
«Si alguien espera que yo responda alguna agravio que espere sentado», dijo y agregó «nunca hemos traicionado a los trabajadores y como nunca hemos enfrentado a los grupos concentrados».
«No somos nosotros el problema, cuando no estamos nosotros, el objetivo será ir por la mano de obra barata, como la tuvieron durante décadas», agregó la Presidenta.