La sonda Voyager 1 de la agencia espacial estadounidense (Nasa), lanzada en 1977, parece estar a punto de convertirse en la primera nave terrestre en salir del Sistema Solar y comenzar un nuevo viaje en el espacio exterior, según los expertos.
Los científicos están intrigados por el reciente aumento en los rayos cósmicos que impactan en la nave espacial, que durante décadas en su largo viaje, ha captado imágenes de la Tierra y otros planetas del sistema.
“Los últimos datos de la sonda Voyager 1 nos indican que estamos claramente en una nueva región, donde las cosas están cambiando rápidamente”, dijo en un comunicado Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California, en Pasadena, California.
“Esto es muy emocionante. Nos estamos acercando a la frontera final del Sistema Solar”, agregó.
El aumento de impactos de la energía intergaláctica, acelerada a casi la velocidad de la luz por supernovas distantes y agujeros negros, puede significar que la sonda Voyager está “al borde del hito de los 18.000 millones de kilómetros de la Tierra”, dijo la Nasa.
Los investigadores ya habían dicho que esperaban que la sonda Voyager 1 abandonara el Sistema Solar y entrara en el espacio interestelar –entre el final de la influencia del Sol y el siguiente sistema solar– en algún momento de los próximos dos años.
Según la Nasa, la sonda Voyager 1 y la Voyager 2, su compañera –que ahora está más de 14.700 millones de kilómetros del Sol– son “los dos representantes activos más distantes de la humanidad y su deseo de explorar”.