El primer saldo aparente que dejó el round de esta semana de la pelea entre Cristina de Kirchner y Hugo Moyano fue la certeza de que no habrá suba en el mínimo no imponible de Ganancias sobre los salarios por un buen rato. El camionero pareció llegar a un límite por ahora en su fuerza para presionar por esa suba y utilizarla como combustible de sus batallas políticas con el gobierno.
Y la oposición claramente no tiene tela alguna para cortar en este conflicto: a pesar de tener una decena de proyectos presentados, para bajar la presión de Ganancias sobre los salarios, el miércoles no pudo ni acarrear a sus propios diputados a una sesión especial.
Pasó la marcha de Moyano a la plaza y el kirchnerismo sigue encolumnado sin fisuras detrás de ese discurso que dio Cristina de Kirchner 24 horas antes decretando que sería incompatible con la solidaridad interna del modelo una decisión para avanzar ahora con la baja de impuestos sobre sueldos.
Pero detrás de escena hay quejas contenidas que buscan una salida. Y los protagonistas no son opositores sino oficialistas. Todos los jefes de bloque del Congreso han recibido planteos por el nivel de Ganancias que se retiene sobre los sueldos. Y no son sólo los diputados y senadores; también los directores de comisión y todas las categorías que van entre la 1 y la 5 de la planta legislativa están alcanzadas por el impuesto.
Norberto Di Próspero, secretario general del gremio legislativo lo sabe y recibe también las protestas. De hecho en esa área la paritaria que se negoció este año logró un aumento del 20 por ciento para los empleados que comenzará a cobrarse a fin de mes.
Es imposible que para ese momento haya alguna modificación en el nivel de Ganancias, por lo que la retención se multiplicará llevándose para la Afip parte de lo que negoció Di Próspero para los empleados.
De ahí que el sindicalista, que tiene trato y reuniones habituales con Amado Boudou, no haya adherido al paro o la protesta de Moyano, pero el martes dejó en claro que “tiene que haber un cambio en el mínimo no imponible”.
El caso sirve de ejemplo de lo pasará por estos días en casi todos los ministerios y áreas de gobierno. Complica más la situación de desigualdad que impone el privilegio que tiene el Poder Judicial al no pagar Ganancias.
Impacto
Así la dureza en la posición de Cristina de Kirchner impactará en los sueldos de los niveles más altos de todo el gobierno, licuando los aumentos que comenzarán a disfrutarse ahora que cerró la temporada de paritarias.
La situación tiene una salida. El kirchnerismo en Diputados comenzó a calmar a la tropa propia: aunque con más retraso que lo estimado (este año ya lleva 4 meses de demora la suba del mínimo no imponible) los jefes están prometiendo que volverá la agenda original de llevar adelante esa modificación en agosto cuando se calme la pelea con Moyano.