Si hace cuatro años en Turín 2006 los deportistas invernales latinoamericanos cumplieron el trámite entre la esperanza y la decepción, el panorama no promete cambiar mucho en la ciudad canadiense, pese a un ligero incremento en el número de participantes y países de la región.
La mayoría de los practicantes latinoamericanos de esta disciplina han nacido, entrenan o viven en Europa y Estados Unidos, donde disponen de una temporada más larga que los tres o cuatro meses que dura el invierno en algunos países sudamericanos como Argentina, Chile y Brasil.
No por tener mayor número de representantes, el esquí alpino latinoamericano tiene opciones a una medalla olímpica. Un podio es una quimera, pero quedar entre los 20 primeros de los Juegos es un logro que está a la mano de varios competidores.
Argentina será el país de la región más representado, gracias al trío de hermanos Simari Birkner y a Nicol Gastaldi en el femenino y Agustín Torres en el masculino.
Macarena Simari quedó en la plaza 26 en el combinado de Turin, y este año cerró en el 23 de la parada francesa, mientras su hermana María Belén conmpitió en tres pruebas en el 2006, con un 29 lugar como mejor puesto, pero en Val dIsere se clasificó 21 en el supercombinado.
El hermano mayor, Cristian Javier, planea competir en los cinco eventos de la disciplina (descenso, slalom, slalom gigante, Super-G y supercombinada), avalado por aceptables resultados en el circuito del 2009.