Este sábado, las máquinas volvieron a adueñarse de una ancha franja de la Av. General Paz, a la altura de la localidad bonaerense de Villa Martelli, con la reapertura de Tecnópolis, la megamuestra de ciencia y tecnología que se convirtió en uno de los eventos más convocantes del año pasado, con la visita de 4 millones y medio de personas.
Si en 2011 estaba dividida en cuatro espectros (Aire, Fuego, Tierra y Agua), este año cuenta con 10 aéreas temáticas.
Uno de los parques concebidos especialmente para el regreso invita a entrar en contacto con las diversas formas y usos de la Energía. Mediante el uso de simuladores, el objetivo es conocer sus implicancias económicas, sociales y ambientales.
El que está dedicado a la Industria Argentina se refiere específicamente al desarrollo tecnológico y productivo de nuestra economía. El punto fuerte es una muestra que permite interactuar con las ideas nacionales que marcaron una época y las que asombran al mundo en la actualidad.
A metros de allí, un imponente montaje de paneles fotovoltaicos que ocupa dos hectáreas distinguen la llegada al Parque Solar, una instalación que instruye sobre los usos y aplicaciones de las radiaciones provenientes de nuestra mayor fuente de energía natural. Pero además posee un rol destacado: abastecer una parte de las necesidades del consumo eléctrico de la megamuestra.
El parque del Conocimiento es uno de lo más atractivos para los chicos y con sólo mencionar algunas de sus propuestas se entiende con claridad por qué: la más aterradora consiste en experimentar un terremoto en primera persona. Un recorrido que incluye la utilización de rayos láser, interactuar con robots y un viaje por el interior del cuerpo humano.
El Bioparque es el hábital natural para otro de los grandes sucesos de la muestra en 2011: los dinosaurios robotizados. En Tierra de Dinos, 28 réplicas robotizadas a escala real echa una mirada sobre la vida de los imponentes seres que dominaron nuestras tierras.
El arte, la educación y los deportes urbanos son los protagonistas obvios de Mundo Joven. Regresa la pista de skate de más de 2.000 m2 que hizo furor en la edición anterior y los sonidos que rodean al Galpón Joven, escenario mayor del Parque del Bicentenario.
En el sector más lúdico de Tecnópolis, el Bosque de Juegos, los participantes tienen la chance de generar ruidos mecánicos y electrónicos y visitar dos perlas de la muestra: la Plaza Galaxia y el llamativo entorno tecnológico de la Natuplaza.
Con su llamativa silueta, el enorme cohete Tronador II apuntando al cielo sirve de faro para encontrarse con el Parque del Movimiento, dedicado íntegramente a los medios de transporte más modernos. Aquí se destacan los simuladores de autos de alta competición y los circuitos para probar camionetas 4×4.
Esta edición también cuenta con una pista de esquí de más de 1.000 metros cuadrados de nieve artificial, espacios para las mayores bellezas naturales del país (entre ellas el Glaciar Perito Moreno y las Cataratas del Iguazú) y numerosas referencias a la historia nacional. Allí se destaca «La asombrosa Excursión de Zamba», donde ese personaje invitar a conocer el Cabildo, la Casa «Inflable» de Tucumán, la «Calesita» de la Batalla de San Lorenzo, el Cruce de los Andes y el laberinto de la Bandera.
