Maximiliano Rodríguez vivió ayer una jornada verdaderamente intensa. Primer contacto con el hincha al mediodía en el Marcelo Bielsa, después práctica en Bella Vista con sus nuevos compañeros, más tarde conferencia de prensa.
Fue un día en el que las emociones estuvieron a flor de piel y en el que pasaron tantas cosas que Maxi no terminó de asimilar que ya está de vuelta en Newell’s. “Todavía no caí. Sé que estoy acá, pero todavía no me di cuenta”, reconoció. Nada más parecido a vivir un sueño.
Después de encontrarse en la cancha con más de 3 mil hinchas que fueron a darle la bienvenida y tras entrenar por primera vez a las órdenes de Gerardo Martino, la Fiera entregó una conferencia de prensa en el hotel Ross Tower para hacer saber sus sensaciones, sus ilusiones y sus deseos en este nuevo proceso que ayer se puso en marcha con su regreso.
“Para mí hoy es un día muy importante que esperé desde que me fui hace diez años. Es muy especial volver a casa. Todo fue gracias al esfuerzo que hizo el club y al contacto que siempre tuve con Guillermo Lorente. Fue bastante duro todo porque no dependía de Newell’s ni de mí. Hubo un intenso trabajo, pero hoy estoy muy contento y feliz de volver a vestir esta camiseta. Es un honor para mí. Hubo mucha gente trabajando día a día con todo esto y hoy podemos disfrutarlo. Para todos los leprosos hoy comienza una nueva etapa en la que se tratará de traer gente de nombre que estén en plena forma para ayudar al club a que siga creciendo y pueda llegar a lo más alto”, dijo Maxi a modo de introducción.
—¿Que perdiste y que ganás con tu vuelta a Newell’s?
—Perder, nada. Vengo a mi casa, donde quiero y porque quiero estar. Tranquilamente podría haber estado dos o tres años más en Europa. El sentimiento tira mucho y en este caso tiró bastante. Así que más que perder, gané mucho.
—Se te vio emocionado en tu encuentro con la gente…
—Fueron sensaciones muy fuertes. Imaginás muchas cosas, pero hasta que no lo vivís, no sabés cómo es. Pensé que iba a estar tranquilo, pero a veces los nervios te traicionan un poco. Hoy estoy sentado acá, con la camiseta de Newell’s y quizás hace dos días atrás lo veía algo lejos.
—¿En qué momento caíste en la cuenta que volvías?
—Todavía no caí. Estoy acá, pero todavía no me di cuenta. Hoy (por ayer) fui a entrenar, pero es todo muy raro. Fueron muchos años afuera desde que me fui. Mi etapa en Europa fue muy positiva y no considero para nada esta vuelta como un retroceso. Es un paso muy importante para mí, quiero triunfar con esta camiseta porque son los colores que amo.
—¿Qué te generó la revolución que se desató cuando se hablaba de tu vuelta?
—Hay que ser sincero. Es la primera vez que un presidente me llama para volver. Tuvimos un contacto hace un año pero era difícil porque tenía dos años de contrato. Este año me volvió a decir que vuelva. Les pregunté a mi mujer y a mi mamá, sabiendo lo que me iban a responder. Pero me apoyaron, me dejaron que tomara la decisión. Me fui de acá sabiendo lo que quería yo y lo que querían todos. Fue una semana intensa pero de mucha alegría.
—¿Con qué plantel te encontraste en tu primera práctica y que hablaste con Martino?
—Empecé a conocer al grupo. Y con el Tata hablé de fútbol. Soy uno más del plantel quiero disfrutar de todo hasta que empiece el torneo. Hay un trabajo muy complicado por delante, pero es un reto muy lindo. Hasta el día del primer partido voy a sentir euforia y nerviosismo.
—¿Te sentís con el compromiso de intentar convencer a otros ex Newell’s que estén afuera?
—Siempre hay que tomar ejemplos como el de Lucas Bernardi, Pomelo Mateo, el Tata y ahora el mío. La gente tiene que valorar esas cosas. Hay que empezar a tener grandes ídolos de nuevo en casa. Pasó mucho tiempo en el cual los jugadores no volvían, pero ahora lo empezaron a hacer y todo debe girar sobre ellos. Esto es un proyecto que no depende de uno o dos partidos. Estamos todos metidos en esto y tenemos que tirar todos para el mismo lado.
—¿Deportivamente cuál es tu objetivo?
—La ilusión al hincha no se la vas a sacar, como sucedió el torneo pasado. Pero hay que estar tranquilos. Sabemos las complicaciones que hay con el promedio. Por eso, tenemos que tener los pies en la tierra y trabajar para sacar puntos. Después, nos daremos cuenta con el correr de los partidos para qué estamos.
—Seguramente tu primer sueño fue jugar en primera, cuando estabas en Europa era volver a Newell’s y ahora que estás de regreso, ¿te toca pensar en salir campeón?
—Ojalá, eso sería algo inexplicable y muy fuerte. Cuando empecé a jugar de chiquito, llegar a primera era lo máximo. Después vas creciendo y viviendo más cosas, te volvés más competitivo y querés jugar en la selección. Pero el sueño mío siempre fue salir campeón con esta camiseta. Por eso dejaría atrás los mundiales que jugué para salir campeón.