El titular de la cadena de perfumerías que anteayer fue víctima de un asalto en el interior de una sucursal bancaria de avenida Presidente Perón al 7600, en la zona oeste, adelantó que su equipo de abogados “está trabajando en el tema”, dejando entrever que estudia entablar acciones legales contra la entidad crediticia donde, minutos después de las 14 de anteayer, dos hombres armados amenazaron a una empleada de su firma y la despojaron de la cartera con 300 mil pesos, entre dinero en efectivo y cheques, que llevaba para depositar.
“Nosotros mandamos siempre a distintas personas, en este caso fue una chica que era la primera vez que iba al banco, iba con la custodia nuestra. Ella entra al banco pero la custodia se queda en el coche porque no puede entrar al banco. En ese momento mientras está en la cola, ingresa un tipo armado, todo el mundo al suelo, la apunta directamente a ella, y le sacó el bolso que llevaba”, describió Carlos Novillo en declaraciones a LT8.
“A nosotros nos han robado muchas veces, en los comercios, a los vehículos nuestros que están en la calle y nunca dije nada. Las denuncias están hechas, pero es un poco lo que le pasa cotidianamente a todos los que estamos trabajando. Esto salgo a decirlo porque fue adentro de un banco. Es como si me roban adentro de una comisaría”, remarcó el hombre, quien exigió: “Que alguno me diga como hago para hacer las cosas que tengo que hacer en el banco”.
Por otro lado trascendió que una de la otra víctima de la entradera bancaria –que hacía las veces de chofer– es un policía identificado con las iniciales S. B., que desde hace casi una década está en situación de disponibilidad. Sobre esta persona pesa además un pedido de exoneración que data de mayo de 2003, luego de que en abril de ese mismo año fuera procesado junto a otros uniformados por la Justicia por el delito de facilitamiento de evasión.
El chofer estuvo involucrado a finales de diciembre de 2002 en el intento de fuga de Sergio Arriola, conocido como Colorado y recordado en ese entonces como el mayor distribuidor de estupefacientes de la zona sur, quien era trasladado junto a dos de sus cómplices en el baúl de un Volkswagen Senda, propiedad del conductor y agente en disponibilidad.
Ese día, el agente no logró salir de la ex Jefatura porque un sargento de Infantería descubrió la jugada y lo obligó a que detuviera la marcha de su auto. Una semana antes de que descubrieran las intenciones de trasladar presos sin permiso, el ahora empleado de seguridad había sido suspendido por ayudar en el escape de Claudio Belinatto, estafador profesional recordado por embaucar en el año 1998 a una treintena de profesionales y comerciantes con la venta ficticia de automóviles Alfa Romeo.
En ese sentido, fuentes relacionadas con la investigación consultadas por El Ciudadano indicaron ayer que, a pesar de su oscuro pasado, el hombre que cumple tareas de custodio y chofer de la empresa mayorista de perfumerías está considerado una víctima más.
