Al menos tres personas murieron y 29 resultaron heridas en un ataque terrorista contra un autobús con turistas israelíes en la ciudad búlgara de Burgas, según confirmaron el Ministerio del Interior de Bulgaria y fuentes hospitalarias.
Minutos después del ataque, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, apuntó a Irán como responsable y dijo que «Israel reaccionará con determinación ante el terrorismo iraní». Sin embargo, ninguna organización criminal se adjudicó el hecho.
En el momento de la explosión unos 40 turistas se encontraban dentro del vehículo, y el fuego afectó también a otros dos micros que estaban estacionados en el aeropuerto de esa ciudad del este de Bulgaria.
Varios testigos citados por la emisora bTV explicaron que vieron a un hombre correr hacia el autobús y arrojar algo a su interior antes de que se produjera la explosión. Esa misma emisora indicó que todo el estacionamiento está lleno de restos humanos.
Los autobuses tenían que recoger a turistas que llegaban a la ciudad procedentes de Israel. El ataque se produjo cuando el micro estaba lleno.
Fuentes del hospital de Burgas indicaron que 29 personas fueron ingresadas, entre ellas cinco en estado crítico y dos mujeres embarazadas.
Las autoridades cerraron el aeropuerto y tanto el primer ministro de Bulgaria, Boiko Borisov, como el presidente, Rosen Plevneliev, viajan ya hacia la localidad escenario del ataque.
Mientras tanto, responsables del gobierno de Israel y de distintas agencias de seguridad mantienen una reunión de emergencia sobre el atentado.
«Responsables de distintas agencias de seguridad e inteligencia están ahora reunidas para analizar lo ocurrido y tomar decisiones al respecto», dijo a la agencia EFE Ilana Stein, portavoz del Ministerio de Exteriores.
«Por el momento, lo que nos consta son los hechos: a las 16.45 aterrizó un avión en Burgas y un número de turistas israelíes se subieron a un autobús para dirigirse a varios hoteles. Se registró una explosión y hay varias víctimas. Aún no está claro su estado y su gravedad», añadió.
Una de las víctimas declaró a la radio militar israelí que «estaba sentada hacia la entrada del autobús y de repente escuché una gran explosión, empecé a huir, pero todo estaba bloqueado, vi un agujero en el autobús y conseguí huir a través de él, todo ardió en llamas, había muchas personas y cadáveres y comenzamos a correr hacia el aeropuerto, yo misma estoy herida en una pierna y un brazo pero no grave».
Otra de las afectadas, identificada como Aviva, señaló a la misma emisora que «la seguridad allí equivalía a cero».
«La gente saltó por las ventanas, hay cadáveres en el suelo, es terrible, esperamos una hora a que nos ayudasen, había en el suelo heridos y muertos y no llegaba ninguna ayuda. Queremos volver a Israel», aseguró, y añadió que no quiere subir a ningún avión que no sea israelí.
Stein aseguró que el Ministerio «no quiere sacar conclusiones apresuradas» sobre la explosión, y señaló que los responsables de Exteriores «están en contacto directo con las autoridades búlgaras para afrontar la situación».