Presentan nuevo disco de jazz contemporáneo
Por Javier Hernández
¡¡¡Atención amantes del jazz y melómanos!!! Un nuevo disco acaba de salir a la luz y se apresta a hacerse público tomando las calles con sus canciones de búsqueda sensible. Editado a través del sello local BlueArt Records, con producción ejecutiva de Horacio Vargas, Bondades, del flamante cuarteto formado por Mariano Suárez (trompeta y flugelhorn); Pablo Socolsky (piano); Kay Heinrichsdorff (guitarras, bajo y mbira), y Pablo Dawidowicz (batería y percusión), explora texturas y colores con la mirada puesta en avanzar circularmente sobre un concepto libre que reivindique la creación como parte de un complejo trabajo de improvisación y experimentación sobre el género.
Antes de su presentación en Buenos Aires, este sábado a partir de las 21, los músicos defenderán por primera vez en vivo el disco con un show que se llevará a cabo en el Príncipe de Asturias del Parque de España (Sarmiento y el río). “Es un punto de inicio para ir hacia un lugar que todavía no experimentamos y queremos profundizar”, anticipó Pablo Socolsky, quien junto a Mariano Suárez,charlaron con El Ciudadano para brindar algunos detalles de esta nuevo proyecto.
Se trata de un cuarteto de jazz contemporáneo creado a partir de un cruce de músicos de Rosario y Buenos Aires. “La formación es un proyecto de Kay (Heinrichsdorff) y Pablo (Socolsky) que empezaron a trabajar sobre temas de improvisación con temas originales”, puntualizó Suárez, quien se entusiasma con este grupo por “trabajar con la idea de hacer música que tuviera relación con el jazz pero no se limitara al sonido más tradicional sino que abarcase los bordes de este tipo de música”.
Miembro de la banda El Umbral junto a Pablo Dawidowicz, para Suárez el aporte de cada uno de los integrantes logra generar una amalgama de expresiones “atravesadas por un montón de músicas que escuchamos. Esos elementos aparecen espontáneamente a lo largo del disco y la idea es que, a través de un tratamiento, se plasme una unidad conceptual”. Las canciones de esta unidad se mueven en misteriosos círculos que expresan una suerte de inauguraciones y finales inesperados. Y, claro, podría seguir más allá de sus once canciones. “Intentamos hacer una cosa que vaya llevando a otra y, eventualmente, aporte un final abierto”, expresó Mariano Suárez sobre la descripción de este cronista. Para Socolsky, “parece una instancia circular, donde si bien hay un comienzo y un final, lógicamente invita a seguir escuchando el disco”.
Bondades se inicia con “Corazón abierto”, una canción compuesta por los cuatro músicos a la que le sigue “Río Shun”, un extraño tema de menos de 60 segundos que se enlaza mágicamente con otros como “Shumeros” y “Shumba”. “Eso es un aporte de Kay, quien investigó sobre un instrumento de la etnia shona”, apuntó Socolsky. “El sonido de ese instrumento pasado por los loops aporta capas que conforman una de las características del sonido de Bondades, que en realidad a lo mejor no tienen una predominancia pero que buscan formar una superposición que vaya configurando los temas”, describió Suárez.
Hacia el final del disco, tentado de empezar una reflexión sobre lo que escuchó, este cronista tiene apuro para llegar a la cómoda calma; y vuelve a poner play. “Independientemente de que haya temas que tengan una estructura más definida en torno a una melodía concreta, el concepto de composición es bien minimalista, con un trabajo armónico fuerte; la melodía no es invasiva sino muy austera y eso también le da riqueza”, concluyó Suárez.
Socolsky cerró: “Trabajamos sobre lo indefinido; la idea era que las cosas vayan apareciendo, entrando y saliendo de los distintos temas de manera orgánica”.