La biblioteca popular «Constancio C. Vigil» eligió autoridades en una asamblea, que marcó su normalización institucional después de 35 años de funcionamiento sin intervención de sus socios.
El establecimiento, ubicado en Alem y Gaboto, en la zona sur de la ciudad, funcionó desde la década del 50 hasta que en 1977 fue intervenida por la dictadura cívico-militar para su vaciamiento y liquidación, según reportó la agencia Ansol, especializada en economía social.
En el acto asambleario, que se desarrolló el lunes pasado, la comisión que intervino en la biblioteca rosarina abrió un padrón para los socios y llamó a la conformación de listas: sólo una fue presentada.
La lista «Memoria y Futuro» estuvo encabezada por Augusto Duri como presidente, Raúl Alberto Frutos como vicepresidente y Antonia Gracia Frutos como secretaria.
Los tres estaban en ejercicio hace 35 años, cuando el golpe cívico-militar, irrumpió en la biblioteca.
La comisión normalizadora estuvo compuesta por Carlos Merli, interventor por el mutualismo; junto a Juan Lombardi, por la provincia, y Francisco Gallo, por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes).
Los comisionados normalizadores habían sido designados en 2005 por el organismo regulador cuando desde la entidad que depende del Ministerio de Desarrollo Social se analizaron los archivos y se dejó de lado la posibilidad de liquidar el espacio.
“Agradecemos la decisión de Patricio Griffin (presidente del Inaes) de frenar la liquidación judicial y pasar a intervenir para recuperar la biblioteca nombrando un triunvirato interventor”, celebró Víctor Rossetti, presidente dela Federación de Entidades Mutualistas de la provincia de Santa Fe y vocal del Inaes.
La biblioteca que nació a partir de la Sociedad Vecinal del Barrio General San Martín y Villa Manuelita tuvo ocho miembros de la Comisión Directiva que sufrieron secuestros, torturas y cárcel.
