Mientras la nacionalizada YPF busca socios para comenzar a explotar uno de los mayores yacimientos mundiales de gas “no convencional” en Vaca Muerta, China comenzó en las últimas semanas con este novedoso proceso de producción energética en Chongquing.
La estatal Sinopec inició el 9 de junio pasado la primera perforación en ese yacimiento, sobre un total de nueve pozos.
El país asiático espera producir para fin de año entre 300 y 500 millones de metros cúbicos de gas natural por esta nueva vía.
Según publicó el sitio web National Geographic esta semana, se trata del volumen que China consume en un solo día, pero el gigante del Este ya puso todos los motores a trabajar en un objetivo enorme: para 2020 producir “shale gas” por un total del 6 por ciento de sus necesidades energéticas.
La novedad del otro lado del globo, en Chongquing, llegó en simultáneo con el encuentro que hace diez días mantuvo el gobierno nacional con el vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, Zhang Xiaoquinag. En ese encuentro, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido; el titular de YPF, Miguel Galuccio, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, plantearon que ambas partes analizarán “la participación de empresas petroleras chinas en la exploración y explotación del yacimiento Vaca Muerta”.
De Vido sostuvo que la posible intervención por parte de China en el proyecto sería “obviamente” en forma “asociada” con YPF.
El gobierno analiza la posibilidad de que la primera y segunda petroleras chinas, Cnooc y Sinopec, que ya tienen proyectos en Mendoza, Chubut y Santa Cruz, actúen en conjunto con la nacionalizada petrolera argentina en Vaca Muerta.
El yacimiento de gas y petróleo no convencional Vaca Muerta, que comparten Mendoza y Neuquén, tiene, según estimaciones, una capacidad de producción de unos 20.000 millones de barriles.
El gas no convencional ya revolucionó el negocio energético en los Estados Unidos –aporta el 25 por ciento del total de gas natural usado en el país– y ahora comienzan a registrarse movimientos en los demás puntos clave del mapa del “shale” en el mundo.
Según las estimaciones del Departamento de Energía norteamericano, los recursos “técnicamente recuperables” de gas no convencional de China suman 1.275 TCF (“trillones” de pies cúbicos), los de Estados Unidos 862 y los de Argentina 774.
El martes pasado, el gobernador mendocino, Francisco Pérez, abrió sobres de la licitación de áreas petroleras, entre las que se encuentran varios que corresponden a la zona de Vaca Muerta.
Siete de las 11 áreas licitadas están en Malargüe, en la zona de la Cuenca Neuquina.
“Se trata, en muchos casos, de zonas donde puede haber reservas de crudo no convencional”, explicó Gustavo Collado, subsecretario de Hidrocarburos provincial en declaraciones a la prensa.
Y esta semana, el presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, no descartó que dentro de cinco años después de la puesta en marcha de Vaca Muerta “la Argentina pueda lograr el autoabastecimiento de gas y petróleo”.
¿Qué estrategia utiliza China para su avance en este terreno?
Como lo consignó National Geographic, la estatal Cnooc se asoció hace dos años con la empresa líder norteamericana del sector, Chesapeake Energy.
En enero pasado, la segunda compañía petrolera china Sinopec compró un tercio de proyectos de la norteamericana Devon Energy.
Estados Unidos ya largó la carrera, China comenzó a perforar esta semana y ahora resta saber si la Argentina logrará poner en marcha el potencial con el que cuenta en gas no convencional y en el marco de qué tipo de asociaciones.