Mauricio Caranta fue uno de los debutantes en el frustrante arranque del campeonato. A los 34 años, partir de su experiencia y vasta trayectoria, el arquero auriazul aprovechó los micrófonos después del partido para suavizar la caída.
Lejos de exponer públicamente un análisis los errores cometidos, Caranta optó por puntualizar otras cuestiones. El uno canalla recordó que el que dirige Miguel Russo “es un equipo nuevo”, que debe afrontar “un torneo largo”.
Pero además, Caranta advirtió que, desde su visión, “la presión no existe. Uno se pone metas y exigencias, que son las mismas que persigue la gente”, dijo el arquero, para justificar el concepto inicial.
—¿Cómo viste la jugada del gol?
—Se pueden haber dado una serie de errores nuestros, alguna desatención. Pero acá no hay que restarle mérito ni al centro ni al cabezazo del gol. El rival también juega.
—Dentro de la cancha, ¿se siente la presión de la gente?
—No, no, para nada. Soy de los que piensa que la presión no existe. Son exigencias, metas que uno se pone. Lo que pasa es que la necesidad que tiene la gente de que ganemos el partido es la misma que tenemos nosotros. Acá, todos estamos detrás del mismo objetivo. El tema es que somos nosotros los que tenemos que estar tranquilos durante el desarrollo del partido, para poder manejar los tiempos de la mejor manera. Tal vez tenemos que ser más pacientes. Lo que está claro para mí es que la gente nos empujó a ir hacia adelante, y no tuvimos la claridad como para llegar al gol.
—El que es nuevo en el plantel como vos, ¿cómo vive esta situación de Central?
—Hablo siempre desde el lugar que me toca, del de un profesional que viene a sumarse a un grupo, que persigue un objetivo idéntico al de los hinchas. Todo lo que se vive acá, ya lo he vivido en otros momentos de mi carrera, aunque con distintas necesidades. Cuando me tocó atajar en Instituto, peleando por ascender primero, y para mantenerme en primera después. O cuando estuve en Boca, peleando por ser campeón, porque si en Boca perdés dos partidos y no estás arriba en la tabla, a la gente no le gusta.
—¿Se entiende la impaciencia de la gente, que los despidió con silbidos?
—Seguro que se entiende. Este es un grupo con muchos jugadores nuevos. De los once que empezamos jugando, había pocos jugadores que participaron de la temporada anterior. El grupo es nuevo, pero la ambición y el objetivo son los de siempre, que el final del torneo nos encuentre entre los tres primeros. Es una derrota que duele, como todas, pero nosotros ya tenemos que ponernos a pensar en lo que viene. Esto es muy largo, y recién comienza.