El gobierno impulsa la incorporación de pesqueros chinos para aumentar la captura de calamar illex. La decisión –rechazada por las cámaras pesqueras que agrupan a la flota nacional– impacta de lleno en el escenario de la disputa por la soberanía de Malvinas, quizá el objetivo no declarado en la resolución Nº 7 que adoptó el Consejo Federal Pesquero. El organismo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca resolvió abrir el registro e incorporar 20 barcos (serían 10 de procedencia china) a la próxima zafra del cefalópodo. Los acuerdos bilaterales que firmaron Cristina de Kirchner y el premier chino, Wen Jiabao, en junio último, le dan el marco a la iniciativa de incorporar poteros asiáticos y también la posibilidad de reparar y atender descargas de otros en puertos patagónicos.
La fecha de cierre de inscripción de proyectos se prorrogó hasta el 31 de agosto, el compás de espera apunta a lograr el consenso de las principales cámaras que operan en la explotación del calamar que se sienten afectados en su ecuación económica por la intromisión de los chinos. Del lado oficial se argumenta que la elección de China está alineada con el apoyo de ese país en la cuestión Malvinas y que no tiene barcos operando bajo licencia de los kelpers.
La resolución incluye medidas de radicación de los buques chinos a la matrícula nacional, procesamiento del producto en plantas locales y compromisos laborales.
Se sabe que antes de su migración estacional a las aguas de Malvinas el Illex se desplaza desde su zona de reproducción y cría ubicada en el norte de la Argentina y el sur de Brasil y Uruguay hacia la plataforma patagónica donde en marzo y abril se alcanza la abundancia de la pesquería. El calamar illex y otra variedad denominada loligo, son la principal fuente de crecimiento de la economía kelper y se diría la clave que permitió a sus habitantes gozar de un ingreso per cápita de más de 60.000 dólares anuales contra los 18.319 que proyecta el FMI para la Argentina en 2012.
Cálculo
El incremento del esfuerzo de captura con 20 navíos que se agregarán a los 70 poteros disponibles en la flota local se sentirá “del otro lado”, ese parece ser el cálculo oficial. Experimentos anteriores no dieron resultados tangibles en la cuestión de fondo: mejorar la capacidad de negociación política por la soberanía, ni los acuerdos marco con Rusia y Bulgaria en tiempos de Raúl Alfonsín ni el charteo de pesqueros promovido por Carlos Menem.
El subsecretario de Pesca, Néstor Bustamante, dijo a empresarios del sector que también se busca mayor presencia geopolítica del país en la denominada milla 201, la porción marítima adyacente a la Zona Económica Exclusiva. El ensayo político para mover el área sensitiva de la pesca en el Atlántico sur arrancó a principios de 2012. Bustamante autorizó a los pesqueros a explorar el área límite de la jurisdicción argentina con aguas internacionales antes de la apertura de la temporada. Se presentaron nueve poteros interesados, algunos pidieron incentivos, lanzarse a la aventura a tales distancias de la costa para una marea requiere apoyo logístico en buques cuya edad ronda los 25 años.
La temporada de pesca de calamar se extiende cada año desde el 1º de febrero al 31 de agosto. El Instituto Nacional de Investigaciones Pesqueras (Inidep), ente que monitorea la biomasa, ordenó en junio el cierre anticipado de la temporada por razones de preservación y elaboró el Informe Técnico Oficial Nº 18/12 que al 21 de julio arrojó 92.332 toneladas de calamar (Illex argentinus) desembarcadas por poteros y arrastreros de la flota pesquera nacional.
Los investigadores estimaron que en la zona adyacente a la ZEE (la milla 201) pescaron alrededor de 120 buques con una captura aproximada de 65.000 toneladas y otros 100 poteros lo hicieron en aguas bajo control y licencia de los kelpers con 84.211 toneladas de captura. Estos últimos datos no son precisos porque el país no cuenta con información fidedigna. El Inidep requiere de una actualización –como mínimo– semanal del conteo de buques que pescan fuera de la ZEE y en el área que controlan los kelpers. El esquema de patrullado de la Armada con una corbeta (hay tres en servicio) y vuelos esporádicos de aviones más la participación de la Prefectura no alcanza. El Ministerio de Defensa tiene en carpeta desde el inicio de la administración Kirchner, el proyecto de construcción de Patrulleros Oceánicos Multipropósito (POM), se intentó compartir el esfuerzo con Chile, los trasandinos tienen dos en operaciones y a mediados de julio comenzaron a construir el tercero en sus astilleros.
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