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Tiempos compulsivos, el unitario de Pol-Ka escrito por el dramaturgo, guionista y director teatral Javier Daulte y dirigido por Daniel Barone (la misma dupla del recordado unitario Para vestir santos, ver aparte), sobre un grupo de pacientes ambulatorios con patologías severas, llega esta noche, a las 22.30, a la pantalla de El Trece. Esta nueva propuesta busca reforzar, en pleno mes de agosto, una apuesta del canal de Constitución por revertir el liderazgo de audiencia que Telefé mantiene inalterable desde que comenzó 2012.
Protagonizada por Fernán Mirás, Rodrigo de la Serna, Paola Krum, Juan Minujín, Gloria Carrá, Carla Peterson, Guillermo Arengo, Pilar Gamboa y Julieta Vallina, el unitario, que reemplaza al fallido Condicionados, tiene lugar en una clínica psiquiátrica que reúne a pacientes con compulsiones psicológicas y/o psiquiátricas severas.
Allí, un experimentado y agotado doctor Ricardo Buso (Mirás) tendrá a su cargo, acompañado por su colegas Ezequiel Lambert (Minujín) y la novata Julieta Despeyroux (Krum), a un heterogéneo grupo de personas con padecimientos de distinta índole.
“A diferencia de otros programas que muestran trastornos psicológicos más cotidianos, Tiempos compulsivos abordará patologías más severas porque no son neurosis como las que estamos acostumbrados a ver, sino que son cuestiones más complejas, diría, en algunos casos, psicosis”, comentó a la agencia de noticias Télam el actor Rodrigo de la Serna.
En este caso, la ficción del celebrado dúo que integran Daulte-Barone llega para reemplazar a Condicionados, la serie protagonizada por Oscar Martínez y Soledad Silveyra sobre un matrimonio que trabaja en el mercado de la pornografía que, a sólo tres meses de su estreno y con un promedio de 10.1 puntos, fue levantada del aire.
Es que, acuciado por el imbatible rating que cosecha Telefé cada noche gracias al éxito de Graduados, El Trece no sólo apostó desde hace una semana a Sos mi hombre, la tira con Celeste Cid y Luciano Castro, sino que busca recargar el horario que supo ser patrimonio absoluto de Marcelo Tinelli.
A partir de ahora, cada miércoles a las 22.30 desfilarán Gerardo (Arengo), un adicto al trabajo y a la conectividad; Inés (Peterson) con una compulsión a la acumulación, obsesiva del orden y con trastornos alimenticios; Sofía (Gamboa) con su cuerpo plagado de heridas que ella misma se inflige; Teresa (Carrá) con múltiples personalidades, y Esteban (De la Serna) un psicópata mitómano.
Así, en sesiones individuales o grupales, el equipo de profesionales intentará enfrentar a sus pacientes con sus miedos, angustias y deseos, aunque en el proceso se irán colando sus propias miserias.
Sobre la propuesta, el actor, que comparte escenario con Joaquín Furriel en Lluvia constante, destacó: “Si bien en la tele uno no tiene tanto tiempo de ensayo como en teatro o cine, al estreno se llegó con mucha convicción, sobre todo desde el libro de Daulte (quien actualmente lo dirige en teatro), que da un sostén dramático increíble”.
En este caso, en la piel de un psicópata mitómano con una relación enfermiza con su madre, encarnada por la extraordinaria Marilú Marini, De la Serna da vida a un personaje con trazas semejantes a los que interpretó en sus últimos trabajos.
“Son papeles de mucha demanda emocional, muy complejos, que me dejan agotado, así que espero que después de esto aparezcan novedades, así no me voy aburriendo y tampoco se aburren los espectadores de verme hacer siempre cosas parecidas”, reflexionó el actor que en 2011 brilló en el unitario El Puntero, que también se vio por Canal 13.
Dupla Exitosa
Escrito por Javier Daulte y dirigido por Daniel Barone, Tiempos compulsivos retoma la misma fórmula creadora de la multipremiada Para vestir santos, que se vio en 2010. Si bien Daulte ha caracterizado su obra por su vasta producción teatral, tanto como dramaturgo y director de sus propios proyectos como responsable de versiones locales de éxitos de otras latitudes (Baraka, Un dios salvaje, Lluvia constante, Mineros, entre otras), su aporte desde los libros a la mirada de Barone incorpora a la pantalla chica una dimensión poco frecuente. En sus propuestas brillan los diálogos jugosos, los personajes bien delineados y conflictos que pocas veces pueden tratarse en las ficciones televisivas, siempre propensas a contar historias en la superficie que en la profundidad.