La participación de las mujeres en el mercado laboral en América latina aumentó un 15 por ciento entre 2000 y 2010, lo que contribuyó a combatir la extrema pobreza incluso durante la crisis financiera que estalló en 2008, reveló un estudio del Banco Mundial (BM) difundido ayer.
En la última década los índices de pobreza extrema han caído a niveles récord en la región, y un tercio de ese descenso se debe a las mujeres con un sueldo, según el texto.
La diferencia con la aportación de los hombres, que contribuyeron en un 39 por ciento, se sigue estrechando, destacó el texto.
El resto de aportaciones se debe a las remesas y programas públicos de transferencias de dinero, añadió el informe titulado “El efecto del poder económico de las mujeres”.
Según los datos más actualizados, de 2003 a 2010, la pobreza moderada (menos de 4 dólares diarios) cayó de 45 al 29 por ciento de la población en América latina la extrema (menos de 1,25 dólares al día), del 28 al 15 por ciento.
Sin embargo…
Pero la discriminación a la hora de acceder a los puestos de trabajo y las diferencias salariales con los hombres dificultan el progreso alcanzado.
Además, el número de hogares en los que las mujeres representan la única aportación monetaria está aumentando en forma inquietante en la región (que actualmente es del 17 por ciento).
Esas familias en las que la madre es el único sustento tienen un tercio más de posibilidades de caer en la pobreza extrema que aquellas en las que el hombre está presente, advirtió el texto.
Los mejores resultados económicos y sociales ocurrieron en “aquellos hogares en los que los ingresos provenían de hombres y mujeres al mismo tiempo”, explicó Louise Cord, una de las autoras del informe difundido por el BM, al presentarlo en el centro de análisis Diálogo Interamericano.
Comentarios