Según se desprende de un exhaustivo informe realizado por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came), Rosario es una de las grandes urbes del país con mayor nivel de control de los puestos de venta callejera. Es que en el trabajo se revela que de las grandes ciudades de país, Rosario es la que menos puntos públicos tiene en relación a la cantidad de sus habitantes. A nivel local se detectaron 198 puestos, lo que representa uno cada 6.124 habitantes. El dato se conoce en el marco de renovadas quejas de algunos empresarios y comerciantes locales, quienes plantean que este tipo de comercialización les plantea una competencia desleal.
De acuerdo con el sondeo que la entidad realizó durante julio en 149 ciudades de las 24 provincias del país, se detectaron 336 ferias activas en 76 ciudades con 23.212 puestos de ventas. A eso se le suman otros 9.361 “manteros” o “mesiteros” vendiendo mercadería en forma individual en la vía pública. Con 11.014 puestos (localizados en su mayoría en la conocida feriaLa Saladay en menor medida en la vía pública), el municipio de Lomas de Zamora lidera por lejos el ranking enla Argentina. Nosólo esa jurisdicción del país es la de mayor cantidad de puesteros, sino que tiene el récord de albergar uno por cada 1,8 comercios formales que hay en ese sector.
En tanto, el segundo distrito con más puntos de venta callejeros es la ciudad de Buenos Aires, con un “récord”, señala el informe, de 88 “saladitas”, lo que la convierte en la más poblada por ferias, y un total de 7.813 puestos. Al mismo tiempo, con 1.279 “manteros”, la capital de la provincia de Córdoba ocupa el tercer lugar.
Con todo, Rosario se ubica en el ranking de Came un espacio bastante lejano de los primeros puestos y detrás de las otras grandes urbes argentinas. En la ciudad el relevamiento detectó 198 puestos, ubicándose así en el lugar 27. El trabajo cuenta también con otro cuadro que marca el número de puestos de venta ambulante según la cantidad de habitantes. Y allí Rosario se ubica incluso más abajo; en el lugar número 75. De acuerdo al informe hay un puesto de venta cada 6.124 personas. En las dos “tablas”, además de estar por debajo dela Capital Federaly Córdoba, Rosario también es superada en niveles de venta callejera por Salta,La Plata, San Miguel de Tucumán, Mar del Plata, Posadas, Jujuy, la ciudad de Santa Fe y Mendoza, entre otras.
Los datos se conocen a la par de recientes y renovadas quejas de algunas cámaras empresariales de la ciudad. El 17 de agosto pasado, comerciantes nucleados enla Federación Rosarinade Paseos Comerciales a Cielo Abierto (entidad que hace algunos años le viene “disputando” representación gremial a la histórica Asociación Empresaria, sobre todo en los negocios barriales) se hicieron presentes en el Concejo Municipal para cuestionar y pedir cambios en ordenanza vigentes que regulan los puesto de venta. Aquella tarde estuvieron autoridades las Asociaciones Amigos de Peatonal Córdoba y de Peatonal San Martín,la Cámara Argentinade Videoclubes;la Asociaciónde Comerciantes de Empalme Graneros y el Colegio de Ópticos.
En una nota que dejaron en el Palacio Vasallo señalaron que la ordenanza actual que permite la venta callejera “legaliza literalmente la competencia desleal bajo la posibilidad de otorgar permisos precarios para venta en tablones en lugares determinados”. Por otra parte, solicitaron mayor control y plantearon que “en una nueva norma se debe explicitar qué es venta ambulante y qué no lo es”. Sin embargo, lo más exótico estuvo en un pedido hecho a los ediles que integran la comisión de Producción. Lo comerciantes requirieron que, para la instalación de un puesto de venta callejero, se cuente con la autorización del comerciante cuyo negocio se ubique en esa vereda. Esa posibilidad fue desestimada de inmediato por los concejales, quienes explicaron que esa decisión debe normatizarse desde el municipio y no desde el sector privado.
En tanto, en diálogo con El Ciudadano, Ricardo Diab, el titular dela Asociación Empresariade Rosario (la “pata” local de Came) tuvo un diagnóstico menos crudo que sus colegas, aunque no exento de cierto recelo. Para el empresario la ciudad no está “tan” mal en el concierto nacional.
“De todas formas hay que tener cuidado porque estos focos comerciales aparecen y desaparecen todo el tiempo”, sostuvo luego el dirigente, quien también diferenció la situación de este año con la del anterior. “En 2012 bajó considerablemente la venta callejera. Hemos hecho un trabajo de control silencioso entre la entidad en coordinación conla Municipalidadque está dando ciertos resultados”, señaló.
Al mismo tiempo, desde el Ejecutivo no entregaron datos oficiales, pero señalan que no sólo la situación está bajo control, sino que además la ciudad está por debajo en la cantidad de puestos habilitados que permite la propia ordenanza que los regula. El director de Control Urbano municipal, David Sánchez, explicó que poner el ojo en la venta callejera es uno de los ejes planteados para su gestión (además de vigilar la tracción a sangre y las usurpaciones de terrenos). El funcionario evaluó como un avance en los inspecciones la postal que hoy entrega la calle San Luis. “Esa arteria era intransitable por la cantidad de puestos que había de un tiempo a esta parte. Pero ahora esta ordenada”, señalo. En tanto, también agregó que se está trabajando vigorosamente en la vigilancia de los parajes ubicados en los estadios de fútbol. “Cuando uno se pone firme el vendedor desiste de ir a lugar que esta ocupando para trabajar. Esto es siempre asó”, cerró.
Hay una ordenanza que regula pororeros, churreros y demás
La ordenanza que regula la actividad de la venta ambulante en Rosario es la 7.703, que data del año 2004 y cubre elementos textiles, aparte de bijouterí y fundas de lentes, pororeros, churreros, heladeros y vendedores de juguetes.
En la norma también están incluidos los floristas. Desde el Ejecutivo explicaron quela Intendenciaotorga los permisos, pero que después, en la práctica, gran parte de la venta callejera se sostiene con artículos denominados truchos.
Igualmente, aclararon (siempre según la versión oficial) que la gran mayoría de los puesteros que los rosarinos observan a diario (especialmente en la zona céntrica) están en regla.
Para poder acceder a un espacio de venta callejera habilitado, el titular del emprendimiento debe contar con domicilio en Rosario con un mínimo de dos años de antigüedad, no tener otro ingreso para subsistir, ser discapacitado o ser beneficiario de un plan social.