La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lanzó ayer un plan de recorte de impuestos en el sector energético que abaratará la tarifa de electricidad entre un 16,2 por ciento para el servicio domiciliario y un 28 por ciento para la industria, a partir del próximo año. La medida complementa el programa Luz para Todos.
La reducción en el precio de la energía será dada por la combinación de precios en la renovación de las concesiones en el sector de la electricidad, la reducción de los impuestos federales recaudados en las facturas y la contribución de la Unión de 3.300 millones de reales.
La presidenta Rousseff reafirmó que el paquete incrementará la competitividad del país, tendrá un efecto multiplicador en otros sectores de la economía y, en combinación con otras medidas, se asegurará al país una década de crecimiento.
“Va a afectar a toda la economía, la reducción del costo de los productos, mejorar la participación del país en la competencia por los mercados internacionales, crear más puestos de trabajo, reducir la inflación”, destacó la mandataria en un acto transmitido por cadena nacional junto a funcionarios y gobernadores.
Entre las primeras repercusiones que generó el anuncio, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) consideró que el efecto de la reducción del costo de la energía tendrá un impacto en la caída del hasta el 4 por ciento del costo de la producción en la industria. El presidente de la organización, Robson Braga de Andrade, dijo que la medida hará que el precio del producto nacional sea “más atractivo tanto a nivel nacional como en el extranjero y dar a las empresas más margen de maniobra para invertir”.
Las medidas anunciadas ayer son parte del nuevo modelo del sector que comenzó a ser desarrollado en 2003 por la presidenta Dilma cuando era, por entonces, ministra de Minas y Energía del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. “Sabemos que a partir de 2003 un gran trabajo en el campo de la energía se realiza en nuestro país. Teníamos un país con graves problemas de suministro y distribución de energía, lo que provocó ocho meses de racionamiento”, dijo. Según Rousseff, con el nuevo modelo el gobierno logró ampliar la generación y transmisión y redes de distribución, la democratización del acceso a la energía a través del programa Luz para Todos, y se entregó la “seguridad y estabilidad” al mercado de energía eléctrica.
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