La referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida, disertó ayer en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, donde llamó a defender “institucionalmente” a Cristina Fernández de Kirchner porque “mal que les pese a algunos, es la presidenta de todos los argentinos”. “Tenemos que defender esta democracia que costó mucha sangre conseguirla, quedaron 30 mil agujeros”, agregó.
Además, expusieron en la jornada denominada “Aquí se juzgan genocidas”, la profesora Gabriela Bollero y el abogado de la Agrupación Hijos Lucas Ciarniello.
Almeida se refirió a la movilización, con cacerolas incluidas, que la semana pasada protagonizó un sector de la sociedad: “Hay que repudiar las infamias, los insultos que le hacen a nuestra presidenta. Tienen el tupé de juntarse, entre cacerola y cacerola y pedir libertad de expresión, es un caradurismo”.
Ante un auditorio colmado de jóvenes, algunos incluso sentados en el suelo, la líder del sector fundador de las Madres hizo un repaso por la lucha que llevó a un grupo de mujeres a enfrentarse a la dictadura militar reclamando por la aparición con vida de sus hijos: “Cuando alguien dice «por algo será que los desaparecieron», claro que fue por algo, con mucho orgullo, no fue por estúpidos. Esa generación maravillosa, esos 30 mil asumieron un compromiso, los desaparecieron físicamente pero la semilla está”.
Su hijo, Alejandro, fue secuestrado el 17 de junio de 1975, aún en épocas de democracia y todavía permanece desaparecido: “Hubo 1.500 desaparecidos en el gobierno institucional, de democrático nada, de Isabel Perón, (José) López Rega, (Ítalo) Luder, (Carlos) Ruckauf y tantos otros”.
A partir de allí relató como fue su acercamiento a “esas mujeres valientes”: “Sabía que un grupo de madres iba a la Plaza de Mayo, me daba no sé qué acercarme con el currículum que tenía –muchos de los integrantes de la familia de Almeida eran militares de carrera–. Ahí me enteré de esas 14 valientes mujeres que llegaron por primera vez a la plaza un 30 de abril de 1977. Ahí me enteré la historia de las Madres”.
“Por muchos años gritábamos «aparición con vida» de nuestros hijos porque creíamos que estaban presos o incomunicados. Recién en los 80 y gracias a los sobrevivientes y exiliados nos fuimos enterando que estaban muertos”, agregó.
Taty rescató los pilares fundamentales de la organización: Memoria (“no podemos construir un futuro sino traemos el pasado al presente”), Verdad (“no nos han permitido enterrar a nuestros muertos, no podemos hacer el duelo”) y Justicia (“justicia legal, jamás justicia por mano propia”).
Almeida recordó a Néstor Kirchner como el primer presidente que “tomó a los derechos humanos como política de Estado”. “En 2003 nos encontramos con este muchacho (Kirchner) que lo sentimos como otro hijo más. El primer presidente que nos escuchó, no que nos recibió, nos recibieron varios”.
Almeida dejó una mirada optimista de cara al futuro, para que continúen con el legado de la organización: “Estamos tranquilas porque hay una juventud estupenda, militante y de a poquito les vamos pasando la posta”.
“Nos llevaron a un hijo y a pesar de todo eso las locas todavía seguimos de pie”, concluyó la militante ante el aplauso de pie de todos los presentes.