La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, reafirmaron ayer sus divisiones en materia de supervisión bancaria en la Unión Europea, a pesar de las grandes declaraciones sobre la fuerza de la amistad francoalemana durante la jornada, analizó la agencia AFP.
“Cuanto antes mejor”, lanzó el presidente francés en una conferencia de prensa común en Asperg, en el suroeste de Alemania. “Es necesario ser serios, es necesaria la calidad y luego veremos el tiempo que toma”, respondió la canciller alemana.
A Hollande parece haberle tocado bailar con la más fea. París quiere que los europeos se doten de un mecanismo a partir de enero de 2013 pero Alemania tiene menos prisa.
La cuestión consiste en saber “cómo hacer para tomar en cuenta el mayor número de establecimientos (bancos) posibles”, añadió Hollande, tras un almuerzo de trabajo con Merkel en Ludwigsburgo, cerca de Asperg, donde celebró el 50º aniversario del histórico discurso del general de Gaulle a la juventud alemana.
Al igual que la Comisión Europea, París quiere otorgar al Banco Central Europeo (BCE) la supervisión de 6.000 bancos de la zona euro, mientras que Berlín prefiere limitar esta tarea a los establecimientos más importantes.
“Para mí, lo importante es la calidad. No sirve de nada hacer algo muy rápidamente y que no funcione”, se justificó Merkel.
“Debemos también pedir a nuestros ministros de Finanzas que trabajen rápidamente”, precisó la canciller.
Sobre el otro asunto espinoso del día, el proyecto de fusión de los grupos aeronáuticos y de defensa europeos EADS y británico BAE para crear el número uno mundial del sector, los dos dirigentes fueron mucho más esquivos y tiraron la pelota para más adelante.
Comentarios