El “Jardín de la República” celebrará con diferentes actividades artísticas, culturales y religiosas, el bicentenario de la Batalla de Tucumán. El acto central se realizará hoy en el parque Guillermina de la capital provincial, con la presencia del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, el gobernador, José Alperovich, y varios gobernadores de la región. La principal atracción será la presentación de una obra teatral alusiva dirigida por el director local Ricardo Salim, que contará con más de 300 actores en escena.
La obra relata la epopeya que vivió el Ejército del Norte en 1812, durante la batalla que fue clave para la Independencia argentina, y cuenta con un gran despliegue sonoro y efectos especiales.
Los festejos se trasladarán luego hacia la plaza Independencia de San Miguel de Tucumán, donde por la noche actuará, entre otras figuras, el Chaqueño Palavecino para luego dar paso a un espectáculo de fuegos artificiales.
A la medianoche en punto, cuando comience el 24 de septiembre, sonará por primera vez la nueva campana de 610 kilos de aleación de bronce, cobre, estaño y oro fue colocada ayer en lo alto de la torre de la Basílica de La Merced.
La celebración de esta fecha seguirá con la tradicional procesión de la Virgen de la Merced, que se realizará mañana por la tarde.
Gesta que parecía olvidada
El Bicentenario de la Batalla de Tucumán “se vive con un enorme fervor popular”, según destacó el historiador tucumano Luis Yanicelli. “Parecía que estaba olvidada, pero la gesta del 24 de Septiembre tiene un sentimiento y un significado muy profundo”, sostuvo.
Yanicelli explicó que la Batalla de Tucumán la encabezaron trabajadores, entre ellos agricultores, comerciantes y carpinteros, quienes decidieron levantarse contra aquel ejército imperial para luchar por la libertad.
“En aquel entonces, las iglesias comienzan a funcionar como hospitales, la gente se encomienda en la Virgen de la Merced, y junto al Ejército, pese a lucha en inferioridad numérica, consiguió algo que parece ser milagroso”, concluyó.
La batalla se libró entre el 24 y 25 de septiembre de 1812 en las inmediaciones de San Miguel de Tucumán. El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano a quien secundara el coronel Eustoquio Díaz Vélez en su carácter de mayor general, derrotó a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, que lo doblaban en número, deteniendo el avance realista en el noroeste.
Junto con la batalla de Salta, que tuvo lugar el 20 de febrero de 1813, el triunfo de Tucumán permitió confirmar los límites de la región bajo control argentino.
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