Así lo alertó un informe de la Fundación Interamericana Corazón (FIC), con motivo de ser el sábado próximo el Día Mundial del Corazón, donde se reiteró la necesidad de atender a los factores de riesgo sociales evitables, para poder proteger al corazón.
Esos factores evitables son el consumo de tabaco, la alimentación inadecuada, el abuso de alcohol y el sedentarismo, a los que debe sumarse la realización de chequeos médicos para evaluar la presión arterial, los niveles de colesterol, triglicéridos y diabetes.
En ese sentido, Verónica Schoj, directora dela FIC, consideró que «las políticas públicas pueden influir notablemente para que todos puedan adoptar a conductas saludables» y rescató la importancia del «contexto social, para poder llevar adelante los hábitos de vida sana que protejan al corazón».
Insistió en que «el cuidado del corazón de una población no sólo es consecuencia de conductas individuales como el hacer ejercicio, no fumar, respirar aire puro y comer sano, sino de medidas sanitarias a las que puedan acceder todos los habitantes».
Los datos dela FICsobre factores de riesgo evitables señalaron que el tabaco causa el 71% de los casos de cáncer de pulmón, el 42% de enfermedades crónicas respiratorias que comprometen el sistema cardiovascular y el 10% de patologías cardíacas.
En cuanto al sedentarismo, precisó que cerca de 3,2 millones de personas mueren cada año en el mundo a causa de la actividad física insuficiente. En tanto, los individuos que no se ejercitan tienen entre un 20 y 30% de mayor riesgo de mortalidad, especialmente por aumento de riesgo de hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.
También, la falta de una alimentación saludable causa el aumento de la presión arterial, la glucemia, las alteraciones del perfil de lípidos sanguíneos, el sobrepeso y la obesidad.
Aunque las muertes por enfermedades no transmisibles se dan principalmente en la edad adulta, los riesgos asociados a las dietas ricas en grasas saturadas y trans comienzan en la niñez.
Las chances de padecer enfermedades cardiovasculares, infartos y diabetes aumentan a medida que se incrementa la masa corporal y en cuanto al consumo de alcohol, más de la mitad de las muertes que ocasiona se producen por enfermedades no transmisibles, incluyendo cáncer, enfermedades cardiovasculares y cirrosis.
Por su parte, Mariela Alderete, vicedirectora dela FIC, rescató «el encarar el trabajo desde la salud pública para concientizar sobre la importancia del cuidado del corazón y la prevención de las enfermedades cardiovasculares».
En tanto, insistió en que «el poder acceder a los controles médicos cardiovasculares es una de las principales herramientas con la que tiene que contar la población para el cuidado del corazón».