Los empleados públicos italianos realizaron ayer una huelga general en rechazo de los recortes previstos en el plan de ajuste del gobierno que encabeza el tecnócrata Mario Monti y se manifestaron en una masiva marcha en Roma. El paro se da luego de enfrentamientos esta semana en España y Grecia ente manifestantes que se oponen a las medidas de austeridad. También coincide con problemas laborales en la planta siderúrgica Ilva en el sur de Italia.
La manifestación, en la que participaron italianos venidos de todo el país, se realizó bajo el lema “Basta de cargas para los más débiles: ya hemos dado suficiente”, informó la agencia de noticias DPA. “No es cierto que reduciendo la administración pública reducirán la deuda; harán que empeore”, afirmó la secretaria general del sindicato CGIL, Susanna Camusso, ante la multitud. “La política que siguieron hasta ahora hizo que las cosas empeoren, no que mejoren”, advirtió.
El gobierno respondió a través del ministro de administraciones públicas, Filippo Patroni Griffi, quien pidió a los huelguistas que se sienten a la mesa de negociaciones. “Respeto la posición de los huelguistas, pero recuerdo que estamos dando un paso importante para reorganizar la administración pública” con el objetivo de gestionar mejor el dinero.
Monti quiere ahorrar hasta 2014 unos 26.000 millones de euros con el objetivo común a todos los países de la eurozona de reducir y hacer más eficiente la administración pública. En ese marco, prevé reducir la cifra de empleados en un 10 por ciento y hasta un 20 en niveles de dirección.